En mayo próximo hará 67 años que la Cruz de los Caídos preside una de las entradas de Cáceres. Desde el 10 de mayo de 1938, día en que fue inaugurada por la hermana de José Antonio Primo de Rivera, Pilar Primo de Rivera, jefa nacional de la Sección Femenina de la Falange Española y de las JONS, se levanta en la plaza de América de la ciudad.

Las crónicas cuentan que Pilar Primo de Rivera llegó al lugar a las 20.30. La ceremonia fue brevísima: una rápida inauguración por la hermana de José Antonio, bendición del monumento por el obispo y el rezo de un responso, de rodillas y en voz alta, por todos los asistentes, "en memoria de los cacereños caídos por Dios y por la patria".

En aquellos años la monumental Cruz de los Caídos, construida con sillares de mármol, una altura de 12,50 metros, una sección de 0,80 metros, brazos de 3 metros y un zócalo de 4,5, llamó poderosamente la atención por la severidad de su estilo y sencillez de sus líneas.

Rodeaba entonces la cruz un jardín de pensamientos de forma circular y un amplio acerado con cuatro grandes farolas. En el frontispicio que mira al paseo de Cánovas, sobre el basamento y con letras de bronce, figuraba una inscripción, rodeada por una corona de laurel, que decía: "18 de julio de 1936".