Hace casi cuatro años que a Fernando Gómez le cortaron una pierna. Sufría problemas de circulación a causa del tabaco y, tras varias revisiones y visitas médicas, el servicio de Cirugía Vascular decidió amputar por la rodilla. La intervención fue un éxito, el problema es que no se le realizan las revisiones necesarias para llevar a cabo un seguimiento de la operación, debido a que el servicio está cerrado. Al no ir a consultas, explica su mujer, Vicenta Villar, tampoco se controla su otra pierna, en la que también tiene problemas.