Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia» (José Saramago).

El concepto de memoria histórica tal y como lo conocemos hoy es moderno, de 1984, cuando el historiador francés Pierre Nora dirigiendo a una decena de especialistas publica la obra: Les lieux de mémoire (Los lugares de la memoria) acerca de la Revolución Francesa.

Este pensamiento ideológico e histórico lo podríamos definir como el trabajo consciente de los seres humanos por descubrir su pasado, darle la valoración que merece y dotarle en el presente del más digno respeto. En este sentido hay que recordar las palabras del presidente Abraham Lincoln que dijo: «Pueblo que ignora su historia, pueblo que está condenado a repetirla».

Es importante que sepamos diferenciar la historia de la memoria, aunque algunos autores digan que la historia es la ciencia de la memoria. La historia está continuamente escribiéndose a medida que aparecen más fuentes, en cambio «la memoria, como dijo el historiador británico Tony Judt, se asocia a unos propósitos públicos, no intelectuales.....no puede sustituir a la historia».

Hace pocos años las asociaciones y movimientos de recuperación de la memoria histórica están de actualidad y se han convertido en un instrumento de movilización intelectual y social en todo el mundo, intentando estudiar y organizar recuerdos y representaciones del pasado de modo que puedan ser asumidos por los individuos como propias en el tiempo presente.

Y dentro de este contexto de memoria histórica acerca de la Guerra Civil Española hay que recordar a tantas y tantas personas víctimas de la barbarie y de la represión para evitar que caigan en el olvido. Nadie debería sufrir y morir por sus ideas.

El médico forense Francisco Etxeberría que ha realizado centenas de exhumaciones de fusilados en la Guerra Civil Española dice: «No puede ser que todavía haya personas en España que cuando hablen de la Guerra Civil y de la represión lo hagan con miedo. A esa gente hay que decirle que aquello fue injusto, que les comprendemos y que les apoyamos. No puede seguir existiendo miedo».

Ojalá teniendo siempre presentes en la memoria a tantos seres humanos que fueron represaliados y murieron por sus ideas en todo el mundo, sepamos recordarlos y valorar la situación actual que tenemos en España donde todos disfrutamos de una democracia en libertad que costó muchos años conseguir.

Sirva este modesto artículo como homenaje a todos los que lucharon en España por conseguir las libertades que ahora tenemos y por las que tendremos que seguir trabajando día a día