Karen Blixen usaba pseudónimo. Sus letras se escondieron muchos años en las de Isak Dinesen. En 1937 firmó la obra que le llevaría a la ‘Memorias de África’, un relato sobre su vida, que en el 85 se representó en el cine con Robert Reford y Meryl Streep en el elenco y arrasó en los Óscars. Ahora, setenta años después de que saliera, Blixen recupera su nombre en una sociedad que reivindica los nombres de mujeres olvidados, perdidos por sociedades que no les permitían crear y en ese ejercicio para reconocer su memoria se encuentra la directora María Pérez Sanz (Cáceres, 1984).

La cacereña firma su segundo largometraje, el primero de ficción en ‘Karen’, una cinta que ve la luz esta semana en la sección oficial del Festival de Sevilla. Entre las particularidades de su película se encuentra que también ha sido rodada en Extremadura y que lleva a la gran pantalla en el papel protagonista por primera vez a la música y artista Christina Rosenvinge. Precisamente sobre la elección del rol principal se pronuncia a este diario la directora cacereña. «Ella tiene ascendencia danesa, como Karen, al principio le dije que si podía componer la banda sonora de la película, más tarde miramos el guion y entramos más en la historia, le pregunté que si quería interpretar a la protagonista y me dijo que sí, ahora no puedo imaginar a una Karen más Karen que Christina», apostilla.

Asegura que el rodaje ha supuesto «un proceso largo» y «lento» y «con muchas dificultades». Reseña las diferencias con respecto a su anterior largometraje, ‘Malpartida Fluxus Village’ (2015). En el caso de ‘Karen’ «es ficción» y tiene como punto central la relación que une a Karen y a su criado somalí Farah Aden, «una amistad adelantada a su tiempo». «Ha sido un trabajo más minimalista, ha requerido más concentración, había que quitar lo que sobraba, en Malpartida rodamos mucho y el trabajo duro estuvo en el montaje, aquí no, se rodó en 16 milímetros y con planos contados», pone de manifiesto. Sobre el rodaje, que tuvo lugar en verano del pasado año, guarda la cacereña un grato recuerdo. «Fueron diez días felices, estábamos aislados en medio de la naturaleza con un reparto de artistas, cada uno maravillosos en su campo», pone de relieve.

En cuanto a la llegada de ‘Karen’ a las salas de cine, Pérez precisa que la intención es que se proyecte en la primavera de 2021 aunque del mismo modo que en el festival de Sevilla, en Extremadura se podrá ver ya este mes en dos pases en el festival inédito de Mérida el 22 de noviembre (21.00 horas) y 23 de noviembre (18.30 horas) en los cines Victoria.

Al margen de su segundo largometraje, que ya ha cosechado sus primeras «buenas críticas»., pone el foco en sus próximos proyectos, ha dado forma a los videoclips de Miren Tulsa y ahora prepara un cortometraje con ayuda del ICAA sobre la infancia de Santa Teresa de Jesús basado en el libro de Cristina Morales. «Hay que seguir adelante», sostiene.

Confiesa que no se muestra especialmente «optimista» sobre la realidad que vive el mundo y el cine en particular e incide en que vive «con preocupación» el momento que vive el sector. «Seguir perjudicando a la cultura es un error», anota. Pérez apuesta por la «militancia cultural» para que sobrevivan las salas. «Hay que sacar las películas adelante, si no se quedan en un limbo extraño y luego será muy difícil sacarlas, es importante que la rueda no pare».