El proyecto de la mina de litio en el paraje de Valdeflores estará muy presente en la precampaña y la campaña electoral. Una prueba es la intervención de la alcaldesa, Elena Nevado, el pasado jueves en el balance que hizo del año 2018, en el que reiteró el rechazo de su partido, PP, al proyecto y advirtió del riesgo de que la mina esté en posibles pactos y negociaciones tras la elecciones locales y autonómicas, una alusión referida al PSOE, partido que está al frente de la Junta, la administración competente en Minas que está tramitando el expediente, y a Cs. único de los grandes partidos de la región que no es contrario a la mina.

Los tiempos de tramitación del expediente pueden provocar que el proyecto esté de plena actualidad en las semanas previas a las elecciones del 26 de mayo. La dirección general de Minas ha solicitado en dos ocasiones a la empresa promotora de la actuación que complete la información, una documentación que ya se ha entregado, por lo que el paso siguiente es que Minas someta todo el expediente a exposición pública, momento en el que los ciudadanos podrán presentar sus alegaciones y las administraciones, entre ellas el ayuntamiento, aportarán sus informes sectoriales.

Los partidarios del no a la mina se han hecho mucho más visibles (y lo serán más en las semanas que el expediente esté en exposición), que los defensores del proyecto, cuyo apoyo puede capitalizar Ciudadanos, que no se ha pronunciado en contra de la intervención en Valdeflores y que juega a la carta de los beneficios económicos que puede traer el proyecto, insistiendo en que se debe dejar que se complete el expediente y que los técnicos informen sobre su viabilidad. Podemos, desde el primer momento que se empezó a hablar de la mina, y el PP, tras conocerse el proyecto hace ahora un año, se oponen a la mina por su incidencia en la Sierra de la Mosca y porque el empleo que se propone crear se considera insuficiente y en un espacio de tiempo demasiado corto para que compense el fuerte efecto que la mina tendrá en un paraje natural que está situado a unos dos kilómetros del casco urbano.

El PSOE también es contrario a la mina. El pasado viernes lo volvió a repetir el portavoz del grupo municipal, Luis Salaya, que recordó que ya lo han dicho «por activa y por pasiva» y afirmó que la mina no estará en acuerdos postelectorales. Pero el PSOE gobierna la Junta y es esta administración, con su dirección general de Minas, la competente en tramitar el expediente de concesión de la explotación. Desde Minas se ha reiterado varias veces que tiene la obligación legal de completarlo. Una vez acabado es cuando se determinará su viabilidad o no, por ahora la mina no sería viable porque incumple el plan de urbanismo de Cáceres.

Por un lado el PSOE como partido se opone a la mina, pero por otro lado la Junta, que se asimila al PSOE por ser el partido que la gobierna, está siguiendo con la tramitación del expediente, lo que por ahora mantiene vivo el proyecto. Es en ese doble escenario en el que se sitúa la intervención de Nevado del pasado jueves con la mina y las elecciones a la vista.