En un fin de semana plagado de acontecimientos en Cáceres (media maratón, fase de ascenso a la Liga Femenina de baloncesto, Extregusta, conciertos varios...) se celebró también un evento de calado nacional que tuvo menos repercusión mediática, pero que no tiene nada que envidiar en cuanto al grado de espectacularidad.

En el circuito de radio control de Los Castellanos hubo disfrute máximo con los coches y motos de pequeño tamaño. El recinto, de casi 20 años de vida, fue el escenario de unas carreras que congregaron a numeroso público y a 18 pilotos, 9 de Cáceres y otros tantos llegados desde Madrid. Una particularidad con sello catovi : aquí han sido pioneros en diseñar y poner en funcionamiento un coche eléctrico capaz de competir contra los coches de gasolina, asegura Luis Cayetano Martínez , presidente del club local y especialista e impulsor de un deporte en el que hasta su propio hijo ya ha suma victorias a nivel nacional.

La presencia de tres campeones de España, con representación extremeña incluida, dio lustre al acontecimiento, organizado por el Club de Automodelismo Cacereño, y que ha resultado ser "un gran éxito", asegura Martínez.

No faltó de nada. Las motos, eléctricas de escala 1/5 (cinco veces más pequeñas que una moto real, y con motores controlados y de una potencia "comedida", dicen los impulsores, hacen que el mejor piloto sea el que gane.

El público vio cómo se desarrollaban velocidades de entre 40 y 50 kilómetros por hora, aunque la clave son las curvas. Con un motor de una autonomía entre los 35 y los 40 minutos, las ruedas son de goma, sin dibujo 'sliks' para seco y 'rayadas' para mojado, al igual que en las motos reales. En esto también es esencial el calentamiento, al igual que en las grandes, y los 'caballitos' también son normales.

Los vehículos son de escala 1/10, propulsados por motores tanto eléctricos como de gasolina. El ganador de la prueba fue precisamente Jorge Martínez (14 años), que se impuso a su propio padre.

Los coches de gasolina pueden llegar a correr a más de 100 kilómetros hora, con una aceleración de 0 a 11 en tres segundos, en tanto que los eléctricos (híbridos, según la denominación propia) llegan a unos 90 kilómetros hora en 2,3 o 2,4 segundos. Cambio de dos velocidades, freno de disco, suspensión independiente, tracción a las 4 ruedas, embrague, barras estabilizadoras... "una verdadera joya de arte dirigida por radio control", esboza Luis Cayetano Martínez, también integrado en otro deporte minoritario como el tiro con arco con el San Jorge, además de marido y entrenador de la laureada Fátima Agudo .

Competiciones como la última impulsan a gente como estos cacereños a organizarlas. El circuito ha acogido campeonatos de España, aunque una serie de circunstancias están haciendo que no sean ya frecuentes.

El contencioso que han mantenido con tres vecinos por el ruido --finalmente el club ha salido airoso-- y los problemas de limpieza del circuito han minado algo la moral de estos entusiastas. Tras arduas negociaciones y e incluso de un cierre cautelar del recinto, se llegó a un acuerdo tácito sobre horarios y régimen de utilización. Esto ocurrió hace un par de años.

Se construyeron barreras contra el ruido, material para mantenimiento... pero el horario se ajustó aún más por parte del ayuntamiento (de las 10.30 del inicio permitido se pasó a las 11) y se abrió el uso "para el resto de actividades". Esas actividades han desembocado en botellones, venta de drogas, skating, bicicletas "que tienen todo el día para disfrutar mientras nosotros les miramos con sana envidia", lamenta Martínez, que también añade que no hay limpieza. Pero esa, en realidad, es otra historia.