El Ayuntamiento de Cáceres no concluirá la obra de Mira al Río hasta principios de año. Mientras tanto, la previsión es que el próximo 15 de noviembre esta vía se abra al tráfico, pero sólo para los vecinos de San Marquino, según confirmó a este diario el concejal de Fondos Estratégicos, Javier Castellano.

Las obras no concluirán de forma definitiva hasta que no se resuelva la expropiación de la casa propiedad de la familia Salas, que es el último inmueble que queda por derribar porque los propietarios y el consistorio cacereño no han llegado a un acuerdo económico de compra.

Castellano indicó que hace dos semanas se reunió el jurado provincial de expropiación y se adhirió a la valoración que hizo el ayuntamiento, que estaba dispuesto a pagar por la casa 80.000 euros (unos 13 millones de pesetas) frente a los 600.000 euros (100 millones de pesetas) en los que los propietarios valoraban el edificio. Vistos ambos informes, el jurado optó por la propuesta municipal.

El concejal explicó que a partir de la notificación del jurado provincial de expropiación a los propietarios, éstos tienen un plazo de dos meses para abandonar la casa, sin menoscabo de que por la vía administrativa interpongan los recursos que consideren oportunos.

El edil insistió en su intención de que el 15 de noviembre esté finalizado el conjunto de la actuación, excepto la demolición de la casa de los Salas y las otras dos viviendas que la rodean. "El ayuntamiento --apuntó Castellano-- por seguridad y precaución no va a tirar esas dos casas, que ya están expropiadas, porque sabemos que si lo hacemos, la casa de los Salas se viene abajo".

SAN MARQUINO Para que la obra avance, las indicaciones que ha dado el ayuntamiento cacereño es concluir el tajo "hasta el punto donde sea posible", señaló Castellano, que es el tramo que afecta a este conjunto de construcciones. Así las cosas, la decisión municipal ha sido la de optar por una apertura al tráfico de manera parcial, es decir, sólo para el barrio de San Marquino.

En este sentido, lo que hará el consistorio será abrir desde San Francisco y cortar en Fuente Rocha, de modo que los accesos a la barriada de la Montaña quedan garantizados y se evita que los conductores puedan entrar por la carretera de Trujillo.

Aunque en principio se manejó la idea de abrir la calle para todos los cacereños y en un único sentido de la circulación (desde San Francisco a Fuente Concejo), finalmente se desechó para evitar posibles situaciones de caos en el tráfico. El responsable político de esta obra recordó la "infinidad" de dificultades que ha acarreado este proyecto. Además, insistió en que para evitar perjuicios a los vecinos, se ha decidido abrir la calle al tráfico para ellos y en ambos sentidos.

El eje San Francisco-Fuente Concejo es uno de los principales proyectos de esta legislatura y su culminación supondrá el ensanche por el este de la ciudad y un alivio al tráfico viario --absorberá unos 5.000 vehículos al día-- y también al de peatones, al dotar a la zona de acerados.

El proyecto global, que se efectúa con apoyo de los fondos europeos, tiene una inversión global de 2.400.000 euros, de ellos, más de 800.000 se destinaron a la primera fase (la del puente de San Francisco), abierta al tráfico desde el 22 de julio y que contemplaba la demolición de parte de la pasarela.

Las obras de Mira al Río comenzaron en marzo. Ya está totalmente terminado todo lo que tiene que ver con las acometidas de saneamientos y dotaciones generales, es decir, las acometidas subterráneas. Entre ellas se incluye una tubería general que conecta con el depósito de agua que hay en la Montaña y que, aunque no estaba contemplada en el presupuesto de la obra, finalmente se renovó puesto que estaba muy deteriorada.