La actriz catalana colocará el San Pancracio que recibió anoche a la mejor actriz junto al de su marido, David Trueba, en su casa de Madrid. "Siempre que te dan un premio te sientes muy halagada. Mis amigos me habían hablado muy bien de este festival", dice Ariadna Gil tras su primera visita a Cáceres este fin de semana.

Delgada y sin dejar de mirar al periodista, la protagonista de Soldados de Salamina defiende la variedad y la diversidad del cine español, aunque es consciente de la "hegemonía" del cine americano que, afirma, "es un hándicap que no tiene nada que ver con que se hagan buenas o malas películas" en nuestro país.

Del futuro, avanza que la semana próxima estrenará en el festival de Málaga la última película de su marido titulada Bienvenido a casa , además de dos producciones de los directores Agustín Díaz Yanes y Guillermo del Toro. Con 37 años cumplidos en enero, afirma que su momento profesional "es el de siempre: de búsqueda, de aprender, de mejorar e ir más allá en todo lo que hago". La actriz tiene claro que busca proyectos para crecer.

Ariadna Gil comparte su trabajo con el de madre de dos niños. Con David Trueba, que ya la ha dirigido en tres películas, comparte "una forma de hacer y entender el cine" y reconoce su admiración profesional por él y "el riesgo" de sus obras.