La oferta que ofrecen a residentes y turistas los cascos históricos varía sensiblemente en cada una de las 11 ciudades declaradas patrimonio de la humanidad. Cáceres tiene pendiente la asignatura de la revitalización.

Alcalá, una apuesta por la modernidad

Alcalá cuenta con poco más de 7.200 habitantes en su casco histórico. Centro administrativo y universitario, dispone de dos hoteles y proyecta un parador de turismo. A la agitada vida diaria se une la movida nocturna y los principales establecimientos hosteleros. El consistorio está en el corazón de la parte antigua.

Avila, la potenciación del comercio local

Con un casco histórico de 8.369 vecinos, 22 hoteles y cinco museos intramuros, la apuesta de Avila es el comercio. Sólo de minoristas existen 81 y no comercial 85 (30 de servicios, 21 instituciones y 34 de ocio). En total, se cuentan 166 establecimientos en una ciudad que tampoco tiene en marcha una fundación.

Cáceres, un casco antiguo de postal

Cuenca, vida activa municipal y comercial

Ibiza, una muralla con museos y hostelería

Salamanca, más de 2.000 plazas hoteleras

San Cristóbal, en la fase de recuperación

Santiago, potencia cultural y hotelera

Segovia, los amigos del patrimonio

Toledo, el gusto por las reales fundaciones