Ha saltado a los medios de comunicación el acuerdo al que han llegado miembros del Ministerio de Fomento, de la Consejería de Fomento y del Ayuntamiento de Cáceres referido a la ubicación de la estación del AVE en nuestra ciudad. Por una vez, y ojalá que sirva de precedente, se ha adoptado una decisión definitiva antes que en otras localidades extremeñas, donde o no se ha llegado a un acuerdo o son acuerdos para instalaciones provisionales.

El lugar elegido ha sido el Cerro de los Pinos junto a la variante de la N-630, en las traseras del hipermercado Carrefour, a unos 800 metros de la actual. Y se hará en terrenos en su mayoría municipales. Desde nuestras empresas siempre hemos defendido la idea de una estación de alta velocidad situada en el casco urbano, bien donde se encontraba o bien en cualquier otro lugar céntrico y bien comunicado. Hemos expuesto esta opinión en los diversos foros profesionales en los que participamos y la hemos fundamentado en los buenos resultado que da en las ciudades en que así se ha hecho, frente a los perjuicios que sufrimos los usuarios en las ciudades en las que se sitúa en el extrarradio a kilómetros del casco urbano.

Hemos expresado nuestra inquietud porque el transporte de alta velocidad está dirigido principalmente a personas y no a mercancías, sin perjuicio de que los trenes de mercancías puedan tener un lugar cerca de polígonos industriales para efectuar sus operaciones de carga y descarga sin tener que utilizar necesariamente las estaciones de alta velocidad ferroviaria.

En Cáceres, reconozcámoslo, el principal usuario de la alta velocidad será el turista. No somos una ciudad industrial (no exportamos), no somos grandes consumidores de productos industriales (no importamos). Somos una pequeña ciudad con gran encanto. Y eso lo debemos aprovechar, fomentar y cuidar.

La elección por parte de las autoridades podrá ser más o menos acertada (según quien opine), quizás no sea perfecta; de hecho, nosotros apostábamos por su antigua ubicación, pero como cacereños y como usuarios apoyamos la decisión actual por tres razones fundamentales: la proximidad al casco urbano tal y como hemos defendido, la titularidad municipal de la mayoría de los terrenos (lo que desterrará algunas teorías interesadas) y, sobre todo, por la rapidez y unanimidad a la hora de decidirse.

XCUANTO ANTESx Apliquemos el refrán: Muerto el perro, se acabó la rabia. Ahora que las instituciones se han puesto de acuerdo, lo fundamental es que se construya la estación cuanto antes, que no se pueda justificar más la demora de la alta velocidad ferroviaria en la ciudad de Cáceres. No pongamos trabas, no enredemos, exijamos el cumplimiento del acuerdo en el plazo más breve posible. Así tendremos la certeza de que nadie podrá escudarse en nuestras disputas internas para justificar más el retraso de una historia que empezó hace muchos años y que ahora parece ver la luz.