Quería arrebatarle el perro --una hembra de la raza bulldog francés-- a su expareja, con la que había mantenido una relación sentimental durante ocho años, y para conseguirlo no dudó en amenazar al hermano de ella hasta que lo hizo.

Por estos hechos el fiscal acusó inicialmente a R. S. C. de un delito de robo con violencia e intimidación, por el que solicitaba una pena de tres años de prisión, acusación que el día del juicio, el pasado día 5 del presente mes, modificó por el de un delito de realización arbitraria del propio derecho o, alternativamente, de una falta de coacciones, solicitando pena de multa.

Y ha sido multa la pena que finalmente le ha impuesto el Juzgado de lo Penal 2 de la ciudad, una multa de 200 euros por una falta de coacciones, más el pago de 40 euros al hermano de su expareja por los daños que le causó en la ropa.

Todo ocurrió el pasado 11 de febrero. R. S. C., que el día antes había protagonizado unos hechos por los que estaba imputado en una causa de violencia de género, se encontró por las calles de Casar de Cáceres con el hermano de su expareja que paseaba a la bulldog, "una perra de color blanco que se había adquirido cuando la pareja aún mantenía la relación sentimental y que se encontraba en posesión de la mujer", recoge la sentencia.

En ella el juez declara probado que, al ver al hermano de su expareja, R. S. se bajó de su vehículo "y le dijo que le diera la perra, y al negarse él a dársela se inició un forcejeo entre ambos" en el que el hermano "fue agarrado por la pechera, rompiéndole R. el chaleco que llevaba".

Cuando logró que le soltara "salió corriendo y se refugió en un portal, pero el acusado, aprovechando que vivía allí un familiar que le abrió a través del portero automático, entró en el portal y consiguió que D., al sentirse intimidado, le entregara la perra". Esta fue finalmente recuperada por la Guardia Civil, que se la entregó de nuevo a la mujer.