Periodista

Defensa parece que tiene ya perfilada la continuidad de la base de Santa Ana para uso militar. Las últimas informaciones dan fe del interés mostrado por el departamento que dirige Federico Trillo encaminado a trasladar a Cáceres una unidad que garantice la permanencia de soldados en la ciudad.

La movilización ciudadana y la perseverancia de los políticos cacereños han sido determinantes para que el ministerio busque fórmulas que eviten el cierre del acuartelamiento, un centro que en su día atrajo a miles de jóvenes de todo el país y que ahora está lejos de ser aquel gran escaparate turístico de antaño, cuando cada domingo los familiares de los soldados llenaban a rebosar los restaurantes y hoteles del centro, cuando los taxistas no daban abasto para cubrir los servicios y viajes de ida y vuelta al antiguo CIR, los bares daban nombre a las calles, se formalizaban los noviazgos o se cantaban canciones de la mili en San Juan.

Quizás esa reivindicación ciudadana por la continuidad del Cimov guarde más relación con aquella imagen del Cimov que con la actual, más discreta y con menos eco económico y social.

Cáceres quiere recuperar lo que los últimos años le han negado y ahora confía en que el Gobierno central le vuelva a poner en bandeja la oportunidad de rescatar un escaparate que permitió que decenas de miles de españoles conocieran, sintieran y compartieran la realidad de la ciudad.

El ministerio ya ha dado los primeros pasos para adquirir terrenos y así ampliar la base. Qué mejor augurio que éste.