El nuevo concurso para la concesión de la gestión del estacionamiento controlado y limitado contará con 2.070 plazas repartidas entre unas sesenta calles (en principio son 54 vías frente a las 16 y los 850 estacionamientos que hay ahora), también habrá 150 solo para residentes en unas diez calles adyacentes a la parte antigua (estarán en una nueva zona que se denomina amarilla) y 69 de uso mixto que en parte del horario se destinarán a las labores de carga y descarga y una vez finalizado serán de zona azul.

Esta es la nueva configuración del mapa con la reordenación de los aparcamientos en el centro de la ciudad que sale de la negociación entre el gobierno (PP) y Ciudadanos. Es un incremento de 1.200 estacionamientos respecto a la zona azul actual y para que esté en funcionamiento aún habrá que esperar varios meses, hasta que se resuelva el concurso que se convocará para adjudicar su gestión. El expediente está prácticamente cerrado y cabe la posibilidad de que se empiece a debatir en la comisión de Contratación que se celebraría el lunes.

Las condiciones que puso Ciudadanos a la propuesta avanzada hace una semana por el gobierno local son «viables», aseguró ayer la alcaldesa, Elena Nevado. Aunque C’s anunció sus requisitos el lunes, se trabajaba en un acuerdo desde días antes y ayer ya estuvo plasmado en una nueva propuesta de la que se excluyen calles como Reyes Huertas o las vías de Antonio Canales y Casas Baratas que estaban en la primera reordenación planteada por el gobierno local. Nevado explicó que inicialmente se incluyeron las calles de Antonio Canales y de las Casas Baratas por su proximidad con el hospital provincial, la biblioteca y los servicios de Hacienda y para favorecer una mayor rotación del estacionamiento para los usuarios de estos servicios.

La propuesta inicial del gobierno local era de unas 2.700 plazas entre zona azul y amarilla, según anunció el pasado jueves el portavoz del gobierno, Rafael Mateos. Cuatro días después, el lunes, el concejal de Ciudadanos Antonio Ibarra calificó de excesivo el planteamiento del PP, anunció que su partido lo rechazaba y propuso un recorte de «en torno a unas mil plazas» y la exclusión de una serie de calles que estaban plasmadas en el proyecto inicial. Al final el recorte no ha sido tan elevado, van a ser 2.070 plazas de zona azul, unas 500 menos que en la primera propuesta. Calles que Ciudadanos pedía excluir se han retirado y también se ha aceptado su solicitud de que la tarifa para los residentes sea de tres euros al mes sin limitación de tiempo, en el planteamiento inicial que presentó el gobierno municipal eran 5 euros (ahora se pagan 6 euros).

El acuerdo entre PP y Ciudadanos para el nuevo concurso de la zona azul es el segundo compromiso de importancia alcanzado por los dos partidos desde que el pasado 1 de septiembre se inició el nuevo curso político. El primero ha sido el de los presupuestos de 2017, aunque aún no se ha cerrado, sí hay un acercamiento entre las dos formaciones que augura que las cuentas saldrán adelante. Los dos compromisos se producen a la espera de lo que ocurra con la tercera cuestión de relevancia que se tiene que decidir ahora: la modificación de líneas del autobús y su financiación con una subida de la tarifa. El portavoz de Ciudadanos, Cayetano Polo, aseguró ayer por la mañana que aún no habían tomado una decisión y que estaba pendiente de mantener una reunión con su grupo.

La proximidad entre el gobierno local y Ciudadanos, en una corporación en la que el PP necesita del apoyo, o al menos la abstención del PSOE o C’s, de uno de los partidos de la oposición cuando debe tomar acuerdos en el pleno de la corporación, contrasta con lo ocurrido en el primer curso de la legislatura, cuando fueron numerosos los desencuentros entre PP y Ciudadanos.

FAVORECER AL PARKING / El portavoz del grupo municipal socialista, Luis Salaya, compareció ayer en rueda de prensa para explicar el posicionamiento de su grupo sobre la propuesta de reordenación de la zona azul. Salaya criticó la incongruencia que supone la decisión del gobierno de incrementar los estacionamientos de la zona azul para, entre otros motivos, favorecer el uso del transporte público y al mismo tiempo proponer una subida de la tarifa del autobús urbano. «No se entiende», comentó Salaya, que aseguró que al único que se estaría beneficiando con ambas medidas sería al aparcamiento de Primo de Rivera, que se abrió al público hace poco más de un mes. Salaya recordó que es la segunda subida del autobús urbano que se quiere acometer desde que Nevado llegó a la alcaldía, la primera entró en vigor en 2012, entonces el billete pasó de 75 céntimos a un euro y el bonobús de 5,5 a 7 euros, y apuntó que la Mesa del Transporte, de la que salen las propuestas de modificación de las líneas, «se cerró en falso», ya que, citó como ejemplo, la línea de refuerzo propuesta para comunicar la Mejostilla con la Universidad Laboral no coincide con la defendida por las asociaciones de la Mejostilla. El PSOE no respaldará la revisión de la tarifa del autobús, que se abordará en la comisión de Contratación del próximo lunes.

Salaya precisó que su grupo es contrario a la zona azul al considerarlo «un sistema injusto y fallido» y «una privatización de un espacio público». Frente a la zona azul, la propuesta del PSOE es la de mecanismos alternativos como la colocación de discos sin coste para los usuarios, aunque sí con una limitación de tiempo para aparcar, sistema que se completaría con plazas reservadas para los residentes y con aparcamientos disuasorios, como los del parque del Príncipe.

«UN MAYOR CONTROL»/ La portavoz de CACeresTú (Podemos), Consuelo López, aseguró que «no tiene sentido» que se intente por el gobierno aplicar al mismo tiempo un incremento del aparcamiento de pago en el centro con la ampliación de la zona azul y una subida de la tarifa del autobús. «No es lógico», subrayó, precisando que antes de promover un aumento de las plazas de estacionamiento controlado se tendría que contar con una mejor estructuración del servicio de autobuses urbanos que favorezca su utilización. «Antes que la zona azul hay otras medidas, como un buen transporte público o aparcamientos disuasorios gratis», agregó López, que recordó que ahora «es un buen momento», con la finalización del contrato con Cysex para la zona azul, para que el ayuntamiento recupere la gestión de este servicio.

La portavoz añadió que los números de la concesión de la zona azul se tienen que conocer y que es necesario que por el ayuntamiento «haya un mayor control de los servicios públicos que están en concesión». Así recordó que en la propuesta de modificación de las líneas del autobús se estima que la aplicación del billete de transbordo generará una pérdida de ingresos de 130.000 euros, un cálculo que consideró «exagerado» y que además no sale del ayuntamiento, sino de los datos aportados por Subus, la empresa concesionaria del servicio, en su plan director.