Hace casi un año se adjudicó la redacción del proyecto del nuevo colegio de educación especial Proa, en la capital cacereña. La empresa madrileña Arquivir Arquitectos SL fue la encargada de su elaboración, con un presupuesto de 284.746 euros. Casi doce meses después el proyecto continúa aún pendiente de la licencia de obra por parte del Ayuntamiento de Cáceres. Tal y como informan desde la Consejería de Educación los técnicos municipales han solicitado la subsanación de algunos aspectos técnicos; una vez que estos problemas se solventen y se conceda el permiso podrá sacarse a licitación la obra de construcción. El proyecto se presentará cuando se retome la «nueva normalidad», según aseguran las mismas fuentes.

El nuevo centro estará ubicado en una parcela de Casa Plata, que fue cedida por el ayuntamiento cacereño, justo detrás de los bomberos. De esta forma el colegio dejará las instalaciones de la barriada de Aldea Moret, donde lleva desde 1968. Las dependencias actuales son propiedad de la Fundación Caja Extremadura. Aún no se ha decidido a qué se destinará este espacio una vez que se quede vacío, entre otras cosas porque no se sabe a ciencia cierta cuándo podrá materializarse definitivamente el traslado.

El colegio lleva esperando este nuevo centro ya quince años. De hecho el proyecto ha tenido que cambiarse hasta en dos ocasiones para adaptarse a las nuevas normativas y a la superficie en la que se ubicará (en un principio el nuevo centro iba a estar ubicado en Aldea Moret, pero en otra parcela, pero después se decidió su reubicación en Casa Plata).

Según las estimaciones costará 6,5 millones de euros, se ejecutará en una sola planta y tendrá espacio para más de un centenar de alumnos (el actual tiene 90 plazas). Dispondrá de área de atención educativa, de pistas deportivas, de un gimnasio, de biblioteca y de sala de usos múltiples, además de espacio para residencia. En estos momentos en el centro trabajan 26 profesores y cuenta con médico, enfermero y un fisioterapeuta.