TEtl Partido Popular ha entrado en una dinámica de cambios en sus órganos que hasta ahora se demuestran muy acertados. Nunca la propuesta de un presidente de la local ha suscitado tanto entusiasmo y apoyo de las bases como la de José Antonio Villa. Por algo será. No quiere decirse que exista unanimidad pues algunos tienen un sentido patrimonial de los cargos, se consideran legitimados para nombrar sucesor y han tratado de aupar a alguno de los suyos por lo que la actual situación ha cogido con el pie cambiado y les ha sumergido en el cabreo.

Puesto que Villa no optará a la alcaldía por decisión propia debido a razones personales, familiares y profesionales dignas de respeto, han comenzado los rumores sobre la cabecera de lista, si bien parece que la decisión está tomada. Ya que estamos en el siglo de la mujer y que este es un año de nieves, la identidad de la candidata a la alcaldía puede adivinarse fácilmente.

Como es necesario comenzar la promoción pública cuanto antes, nada tiene de extraño que el anuncio sea inminente y provoque cambios inmediatos en la responsabilidad y en la portavocía del grupo municipal.

Es de suponer que no será posible un rompimiento total con lo anterior como desea gran parte de la militancia pues tanto la resistencia de la vieja guardia como las disposiciones de los estatutos impedirán a Villa hacer la lista que quisiera, si bien aún tendrá margen para hacer visible la idea de los nuevos tiempos en los que pretende instalarse el Partido Popular.

Porque Villa representa para los militantes y para el personal ajeno al partido no solo una nueva cara sino un nuevo estilo, nuevas ideas y nuevos proyectos. Al menos eso significó en su etapa de concejal en la que tuvo sonoros desencuentros con los modos y los proyectos de su alcalde y de su grupo.