Ser jurado es obligatorio, es un derecho y un deber. Se está obligado a desempeñar el cargo fielmente, a prestar juramento, a guardar el secreto de las deliberaciones y a no abstenerse de decidir sobre el futuro del acusado. A cambio se tendrá derecho a una retribución de 10,10 euros por cada día que dure el juicio y a los gastos de viaje, alojamiento y manutención.