Una decena de robos y otros cuantos frustrados en poco más de dos meses tienen atemorizada a la población de Torreorgaz, de 1.600 habitantes y a tan sólo 15 kilómetros de la capital. El edificio del ayuntamiento, la iglesia, la ermita, bares, recreativos y al menos tres casas han sido víctimas de los asaltos, según confirmó la alcaldesa del municipio, la socialista Concepción Polo.

La mayoría de los atracos se cometieron de noche, aunque en algún caso se hizo a plena luz del día. El dato más significativo de esta "infrecuente" --según la valoración de la alcaldesa-- ola de robos es que todos se cometieron en jueves. "Desde el 3 de febrero han actuado todos los jueves menos dos, uno en el que patrulló la Guardia Civil y otro en el que lo hicimos varios vecinos", explica Polo.

Todos los sucesos han sido denunciados a la Guardia Civil, que mantiene abierta una investigación aunque desde la Comandancia no se ofreció ayer ningún dato al respecto.

EN CASA DE LA ALCALDESA El primero de los robos se perpetró el 3 de febrero en la casa consistorial. Los ladrones forzaron la reja de una ventana para acceder a su interior, llevándose dos ordenadores, un reproductor de DVD y 500 euros en efectivo. El jueves siguiente volvieron actuar en dos viviendas particulares, lo intentaron en otra y asaltaron una sala de recreativos, donde han robado dos veces y en una reventaron las tragaperras para apoderarse de la recaudación.

Una de las casas desvalijadas ha sido la de la propia alcaldesa, que se encuentra fuera del casco urbano. Los asaltantes forzaron las cerraduras de la puerta de entrada y, una vez dentro, se hicieron con los aparatos electrónicos que había (televisión, equipo de música, una cámara de fotos...) y todo tipo de menaje del hogar, desde sábanas, mantelerías hasta vajillas, un juego de café, sartenes e, incluso, una olla exprés. Además, los ladrones sustrajeron también los bolsos que había en la casa para, supuestamente, trasladar todo el botín, valorado en más de 3.000 euros por la propietaria.

La iglesia y la ermita han sido otros de los edificios asaltados. En este caso, los ladrones se hicieron con las limosnas del cepillo, que no han podido cuantificarse. El último de los atracos se cometió en la vivienda del supermercado de Reyes y María, en el que los asaltantes se apoderaron de varias joyas de oro, entre otros objetos.

Los delicuentes actúan con cierta impunidad y confianza. De hecho, en una de las casas que desvalijaron se entretuvieron incluso a comer y a tomar café, relata la alcaldesa.