Once años de prisión suman las condenas que la Audiencia Provincial de Cáceres ha impuesto a los cinco vecinos de Malpartida de Cáceres detenidos hace un año por tráfico de speed, una de las drogas de diseño de consumo más extendido.

Los cinco acusados han sido declarados culpables de un delito contra la salud pública, pero solo el cabecilla de la red, Felipe Casiano Holgado, de 31 años, vecino de Arroyo de la Luz, al que la Audiencia ha condenado a 3 años de prisión y al pago de una multa de 9.000 euros, cumplirá condena en la cárcel. A él ha declarado el tribunal autor del delito e impuesto la mayor pena.

Los otros cuatro condenados, Francisco Javier P., Julio Manuel P., Luis P. y Carlos N., de 26, 21, 19 y 22 años respectivamente, y todos vecinos de Malpartida de Cáceres, a los que se declara cómplices del mismo delito, no ingresarán en prisión al haber sido condenados cada uno de ellos a 2 años de prisión y no tener ninguno antecedentes penales.

La detención de estos cinco jóvenes cacereños, llevada a cabo el 28 de mayo del año pasado, fue consecuencia de una operación que la Guardia Civil de Cáceres había iniciado cinco meses antes y que fue denominada Operación Percasoles . A través de ella, informaban responsables de la Subdelegación del Gobierno y de la Comandancia cacereña 11 días después, concretamente el 8 de junio, se lograba intervenir el mayor alijo de speed jamás aprehendido en Extremadura. Se hablaba entonces de 9 detenidos y 2.000 dosis incautadas, que al ser de una gran pureza hubieran podido alcanzar en el mercado los 30.000 euros.

Finalmente cinco han sido los detenidos que han llegado ante la justicia y han sido condenados.

La Audiencia declara en su sentencia como hechos probados que Felipe Casiano adquiría speed en San Sebastián y lo vendía en la zona de Malpartida de Cáceres, donde residía, y también en toda la comarca cacereña, por lo general en grandes aglomeraciones o fiestas.

"Detectada su actividad por la Guardia Civil, en los primeros meses del 2006 se solicitó y obtuvo mandamiento judicial para intervenir las comunicaciones que efectuaba con su móvil", lo que les llevó hasta los otro cuatro acusados "que pasaron de clientes de Felipe a tener una relación de confianza con él y a auxiliarle en su actividad delictiva".

Entre el 26 y el 28 de mayo del 2006 Felipe Casiano, y otros acusados, se trasladó a San Sebastián, donde adquirió 437,75 gramos de speed, "sustancia que envuelta en plástico y cera escondió en su vehículo, dentro del panel de la puerta del acompañante". Fue donde la encontraron los agentes que el 28 de mayo, a su regreso, les detuvieron en un control montado al efecto por la Unidad de la Policía Judicial de la Guardia Civil en el km. 533 de la N- 630.