Un nuevo incendio registrado ayer en el cerro de los Pinos ha dejado este paraje prácticamente asolado. Los numerosos fuegos que cada año se producen en esta zona, una de las más castigadas por las llamas, han acabado con su vegetación.

Aunque resultó muy alarmante, por el intenso humo que provocó y que se apreció desde muy diferentes puntos de la ciudad, fuentes del parque de bomberos del Sepei indicaron a este diario que no fue excesivamente grave. Sí reconocieron, no obstante, que las tareas de extinción resultaron algo complicadas debido al problema que supone la difícil accesibilidad a la zona afectada por las llamas, así como que se registraron varios focos. Este hecho, y pese a que las causas aún se desconocen, induce a pensar que el incendio pudiera haber sido intencionado.

El fuego arrasó exclusivamente zona de pastos, ya que aunque en un principio se temió que pudiera haber afectado a algunas de las instalaciones de la estación de Renfe, los bomberos pudieron controlarlo antes de que llegara a las mismas. En las labores de extinción, que se prolongaron durante unas dos horas, entre las 14.20 y las 16.30 horas, participaron dos dotaciones del Sepei, asistidos por un camión nodriza, así como un helicóptero y dos dotaciones del Infoex.

Tras este incendio, el cerro de los Pinos puede decirse que ha quedado asolado, "pues el fuego de hoy ha arrasado lo poco que ya quedaba", reconocía el personal de extinción. Y es que esta zona no se salva ningún año de las llamas; es una de las zonas de la ciudad donde más fuegos se originan en cada época estival.

Este año, en apenas un mes, se han registrado ya cuatro incendios. El primero fue el 24 de mayo, y solo un día después los bomberos tuvieron que volver a la zona para extinguir un fuego de pastos que se extendió desde la Renault hasta la piscina municipal de Aldea Moret. El 22 de junio volvió a ser escenario de un incendio, que se inició a las dos de la tarde, prácticamente la misma hora del de ayer.