El presidente de la Asociación de Madres y Padres del Colegio de Educación Especial Proa, José María Tovar, volvió a denunciar ayer públicamente en declaraciones a este diario tres nuevos robos producidos entre el 11 y el 12 de febrero, el 18 y el 19 y, el último, el pasado jueves, en el interior de las instalaciones escolares, con el "consiguiente peligro --dijo Tovar-- para algunos de los 80 alumnos con discapacidad psíquica" que se reparten entre el centro formativo y el internado del colegio cacereño.

El responsable de la Ampa indicó que el lunes pasado dos madres "fueron directamente a denunciar la comisaría" porque el director del centro "no denuncia, dice que no vale para nada, que no se hace nada", aseguró Tovar. En este sentido, el representante de los padres subrayó que a partir de ahora será la propia asociación la que denuncie directamente los robos. "Puede que algunos me llamen catastrofista, pero prefiero ser así antes de que pase algo, porque no estamos hablando de cualquiera, estamos hablando de personas con discapacidad y por eso creo que se debe actuar con más cautela".

Tovar insistió en la necesidad de que la administración competente contrate vigilancia privada en tanto se soluciona el estado del inmueble, que a juicio de los padres está en tan malas condiciones que los ladrones acceden con facilidad en su interior.

Respecto al anuncio efectuado por la presidenta vecinal de Santa Bárbara, Guadalupe Iglesias, de crear una plataforma si se llevan el centro del barrio, Tovar dijo: "No quiero abrir más frentes de guerra, pero creo que es una opción muy exagerada. Si quitan el centro, Guadalupe lo que tiene que hacer es pedir una nueva infraestructura".

El presidente añadió que defienden el traslado y la construcción de un centro en otro lugar, pero no por reticencias a Aldea Moret sino porque el inmueble actual no está adaptado a las necesidades de un centro de estas características y porque reformarlo con los chavales dentro sería molesto para ellos.