Los pantanos cacereños afrontan el verano con un buen nivel de agua debido a las excepcionales lluvias del invierno, lo que espanta el fantasma de las restricciones que ha azotado a distintos puntos de la provincia en anteriores periodos estivales. En concreto, los embalses del Tajo cuentan con 5.382 hectómetros cúbicos, el 85% de su capacidad.

La imagen más espectacular la ofrece estos días Alcántara, con el mayor porcentaje de agua, concretamente 3.127 hectómetros cúbicos, el 98,9 por ciento de su capacidad. La torre de Floripe no es visible y el puente de Alconétar está bañado por el embalse. No obstante, los técnicos de la Confederación del Tajo han explicado a este diario que "la situación no es extraordinaria, ya que las lluvias abundantes de primavera han hecho aumentar el volumen de agua embalsada cuando el consumo de invierno ya se había realizado". Además, las curvas de resguardo (nivel máximo de agua embalsable, para prevenir avenidas) son más altas que en invierno porque no se prevén lluvias. Así, Alcántara mantiene un volumen que sorprende a la vista.

El Guadiloba, que abastece a Cáceres, se encuentra en estos momentos al 70,4% de su capacidad. Sin embargo, no supone un récord en estas fechas. "El mayor nivel a 30 de junio lo alcanzó en 2001, con el 79,7%, y el menor en 1999, con el 34%", explica David Bachiller, director técnico de la firma Acciona en Cáceres.

El resto de los pantanos de la cuenca del Tajo son Valdecañas (63%), Gabriel y Galán (66%), Cedillo (98%), Torrejón (92%), Salor (78%), Portaje (82%), Guijo de Granadilla (92%), Rivera Gata (79%), Jerte (77%), Valdeobispo (96%), Borbollón (86%) y Baños (90%).