Las obras arrancaron el pasado 10 de diciembre, después del puente de la Constitución, pero se pararon el 30 de enero y, desde entonces, los trabajos no avanzan. Ya de por sí la actuación iba a suponer un perjuicio a los empresarios de la zona pero la situación se ha convertido ya en insostenible y los negocios han tenido que empezar a reducir plantilla.

Comerciantes y hosteleros de la zona (ubicados en Moret y en la plaza de la Concepción) viven principalmente del turismo y Alzapiernas es el principal acceso de visitantes a la ciudad monumental (se calcula que por allí entra una media de 900.000 personas al año). Sin embargo permanece cerrada desde que comenzaran los trabajos, lo que está generando daños económicos a los empresarios. Por esta razón la tapería Los Ibéricos y la tienda de embutidos del mismo nombre se han visto obligados a despedir a dos personas (una de cada negocio) y la ferretería Mateos Rebollo ha tenido que reducir a la mitad la jornada laboral de su empleado de toda la vida. Por estas fechas, además, la tapería solía contratar a una persona más de extra por el volumen de clientes que normalmente se acumula estos meses, pero tampoco puede hacerlo.

«Fue la propia empleada la que se dio cuenta de que no había volumen de trabajo, me vi obligado a despedirla porque no podemos asumirlo. Me dijo que cuando abrieran la calle volviera a contratarla y por supuesto que lo haré», indica Santiago Guerra, de la tapería Los Ibéricos. «No podemos hacer frente a los pagos de la Seguridad Social cuando no entra nadie en nuestros negocios. Nosotros vendemos por lo que exponemos en los escaparates pero nos los tienen tapados», añade Antonio Mateos, de la ferretería Mateos Rebollo.

la junta y el ayuntamiento / La obra se paró tras encontrar una canalización subterránea que data de principios del siglo XX. La empresa se vio obligada a informar a la Junta de Extremadura del hallazgo, que es la administración que tiene que dar luz verde para que se retomen los trabajos. Esta situación ha hecho que ayuntamiento y ejecutivo autonómico se culpen uno a otro por la paralización. El consistorio responsabiliza así a la Junta de no agilizar los trámites para que pueda reanudarse la obra y la Junta asegura que ya ha emitido la documentación necesaria para retomar la actuación; si no se ha hecho, insiste, es culpa del ayuntamiento y de la empresa.

El portavoz del PSOE en el ayuntamiento, Luis Salaya, acusó ayer a la alcaldesa, Elena Nevado, de «mentir deliberadamente sobre la paralización de la obra de Alzapiernas» y de dejar «abandonados» a los comerciantes de la zona. «La autorización para desmontar la canalización está en poder de la empresa y del ayuntamiento desde la semana pasada, y a pesar de ello lo ha negado en varias ocasiones», afirma.

Salaya recuerda que la obra comenzó sin seguimiento arqueológico, como ordena la ley. «La empresa lo solicitó una semana después de empezar sin que el ayuntamiento dijera absolutamente nada. A pesar de ello, en una semana la Junta de Extremadura había tramitado el plan de seguimiento». «Es intolerable, añade el portavoz socialista, que la alcaldesa mienta a sabiendas sobre Alzapiernas, para intentar tapar la única verdad: que Alzapiernas estará cerrada en Semana Santa por su incapacidad de gestión y que ha dejado abandonado a los comerciantes de la zona, con los perjuicios económicos que les está suponiendo».

Los afectados, hartos de no encontrar una solución, han vuelto a llenar la calle de carteles para protestar por la situación. En ellos puede leerse: «Se vende esta calle. Llamar al ayuntamiento o a la Junta de Extremadura». En otro hacen referencia al cruce de acusaciones entre administraciones: «La empresa que si los arqueólogos, el ayuntamiento que si la Junta de Extremadura, la Junta que no, que la empresa y el ayuntamiento. Al final… la culpa fue del cha cha cha. Vergonzoso». Son los carteles que quedan porque el resto se los han arrancado.

Esta tarde el ayuntamiento mantendrá una reunión con los empresarios para abordar posibles soluciones a la situación que atraviesan. En el encuentro los afectados pondrán encima de la mesa la posibilidad de recibir algún tipo de ayudas o exenciones de tasas, tal y como en su día planteó la propia alcaldesa.