A partir del mes de octubre Nueva York se llena de pistas de patinaje que recuerdan que la Navidad ya está cerca. La del Rockefeller Center es la más mítica, de hecho rara es la película americana sobre las fechas navideñas que no refleja esta imagen. Sin compararla como las de Nueva York, por su puesto, Cáceres no ha querido ser menos. Y este año cuenta con una pista de patinaje al aire libre que permite practicar este deporte en un entorno único; mientras se observa de fondo la torre de Bujaco, el Arco de la Estrella y la plaza Mayor, coronada con su árbol de Navidad.

No es la primera vez que la plaza Mayor cuenta con una pista de patinaje, pero sí que esta sea descubierta (en 2013 se instaló una cubierta por una carpa). De la mano de Antonio García, empresario cacereño y propietario de Cereslandia (la pista que otros años se ha instalado en los aparcamientos de Carrefour), la atracción se inauguró ayer y estará abierta hasta el 8 de enero. Tiene aforo para 120 patinadores y la hora de patinaje cuesta 6 euros. También cuenta con otras atracciones que cuestan 3 euros el viaje. Abre todos los días (incluidos Navidad y Año Nuevo) desde las 10.00 horas hasta por la noche.

«Hemos montado otra vez en la plaza Mayor. Esta vez queremos dar un paisaje y no tapar los monumentos tan magníficos que tenemos aquí en la ciudad de Cáceres. Es mi ciudad y quería hacer algo bonito», dijo ayer el empresario.

Uno de los objetivos de la instalación de la pista en la plaza Mayor es potenciar el comercio. «La finalidad es animar las compras navideñas para que los cacereños se queden en la ciudad y tengan un motivo más para bajar a la plaza y recorrer el entorno comercial de la ciudad, especialmente las calles Pintores y Moret», señala la alcaldesa, Elena Nevado. Con la pista también se busca dinamizar el turismo. «También queremos que el turista que venga tenga la Navidad presente», añadió.

La instalación de la pista requirió el miércoles la intervención de los bomberos al derramarse gasoil de un bidón y ha generado quejas por los ruidos de la maquinaria. Según afirmó la alcaldesa se debió a las máquinas que se encargaban de hacer el hielo. Esos aparatos ya no harán falta, por lo que ya no habrá ruido. «Aprovecho para pedir disculpas a los vecinos y hosteleros», dijo.