El concejal de Cultura, Santiago Pavón, negocia con sus socios de gobierno la salvación de los restos del teatro Principal. Inaugurado en el año 1802, fue el primer espacio escénico que tuvo la ciudad junto al teatro Variedades en la calle Nidos. La adquisición del inmueble, propiedad de la familia Alonso, podría incluirse en los presupuestos de este año, tal y como planteó Pavón a este diario para dar una solución al futuro del edificio.

A pesar de las gestiones realizadas por el anterior gobierno municipal y el actual para la rehabilitación del Principal, el hecho cierto es que el proyecto sigue paralizado, sin que se haya concretado aún la adquisición. La plataforma, constituida en febrero del 2008 para promover su conversión en un espacio escénico alternativo, también desconoce el futuro que correrán los restos del teatro y si hay alguna iniciativa para su rehabilitación.

Pavón indicó que su objetivo es que el ayuntamiento pueda incorporar este inmueble a su patrimonio, aunque dejó claro que antes hay que llegar a un acuerdo con la familia Alonso Nogales, propietaria del solar. Agustín Jiménez, que ejerce como representante de la propiedad, explicó que el gobierno local tiene en su poder desde mayo del año pasado una oferta económica, que prefirió no desvelar por indicación de uno de sus clientes. Añadió que los propietarios están dispuestos a llegar a un acuerdo con el ayuntamiento utilizando también como otra fórmula el pago en dinero y terrenos, siempre y cuando su valor sea igual al de la tasación de los inmuebles. En total, precisó que la superficie del teatro ocupa 1.336 metros.

Como tercera opción, planteó que la venta se realice mediante una permuta de suelo, con la condición de que éste sirva para poder construir viviendas de protección oficial. Según este portavoz, también se ha enviado toda la documentación requerida por el ayuntamiento. La propiedad es partidaria de la venta debido al estado de ruina del inmueble y asegura que su rehabilitación como espacio cultural revitalizaría el entorno de la plaza de las Canterías.

EL VICENTE MARRON En cuanto al futuro de las antiguas escuelas del Vicente Marrón, en la calle Margallo, que ocupan el solar donde estuvo el teatro Variedades, fuentes de la Fundación Vicente Marrón, a la que pertenece este edificio, explicaron a este diario que en su interior ya no quedan restos del espacio cultural, inaugurado en 1886 y que desapareció en 1914, ahora alquilado como almacén de obras.

Esta fundación, constituida en el 2005 y de la que forman parte como patronos el vicario general de la diócesis, el secretario general, el párroco de San Mateo y la archivera, no tiene previsto realizar proyecto alguno en el inmueble cuando deje de destinarse al uso actual. "La fundación debe velar por mantener sus bienes", subrayaron, sin precisar más detalles. Las antiguas escuelas del Vicente Marrón se cerraron en 1986 y ocupan una superficie total de 1.336 metros cuadrados construidos. En este solar solo se conservan el antiguo túnel de entrada al teatro por la calle Margallo y el pozo del patio. Este teatro fue derribado en el año 1914 para construir las escuelas de la Obra Pía de Vicente Marrón, encargada de la gestión del centro infantil.

Se da la circunstancia de que ambos teatros convivieron en la capital, aunque el más antiguo fue el Principal, que data de principios del XIX y que tomó esta denominación al abrirse el Variedades, explica el historiador Fernando Jiménez Berrocal. Este experto detalla que hasta el año 1926 no se construyó el Gran Teatro. Antes, en 1923, el Principal dejó de funcionar como espacio escénico tras ser adquirido por el obispado, que lo transformó en un cine hasta los años 40 cuando se destinó a obrador de panadería. A diferencia del Variedades, que se derribó totalmente, de este teatro se conservan la embocadura del escenario y la estructura de la sala principal, además de las columnas.