El campo de vuelo de La Cervera se convirtió ayer en el referente del aeromodelismo en España. Quince pilotos procedentes de Extremadura, Portugal, Cataluña, Cantabria, País Vasco y Andalucía participaron en una de las pruebas puntuables para el Open Nacional y en el Campeonato de Extremadura en las clases F3A (profesionales) y F3A-B (aprendizaje).

A pesar de la lluvia que cayó durante la mañana, maquetas de aviones de dos por dos metros pudieron disputar las primeras mangas de las dos competiciones que concluirán hoy. La respuesta del público a la convocatoria de la Agrupación Cacereña de Aeromodelismo fue menor de la esperada, ya que no se trataba como en otras ocasiones de una exhibición que sí cerrará a partir de las 13.00 horas de hoy la cita.

Así lo afirmó Francisco Hernández, presidente del club cacereño, que reconoció que el aeromodelismo está ganando adeptos en la ciudad, aunque dijo que sigue siendo "minoritario". En Cáceres cuentan con 40 socios que realizan actividades durante todo el año tanto dentro como fuera del país.

Savia nueva

Las pruebas demostraron que los jóvenes se están incorporando a esta disciplina como el caso de Alvaro Rodríguez, un niño cacereño que, con tan sólo 11 años, competía por ser el mejor piloto extremeño en F3A-B. "Empecé con mi padre a los siete años y mi ilusión es también aspirar al Campeonato de España", explicó. En su palmarés ya tiene el subcampeonato extremeño y el primer puesto de Castilla-La Mancha. Estudiante de sexto de Primaria, dedica dos días a la semana a entrenar en La Cervera y al simulador que tiene instalado en su ordenador. Pilota un modelo Vértigo Class.

Los aviones que participaron en las competiciones tienen un peso máximo de cinco kilos, según marca la reglamentación. Los especialistas destacan que entre sus características deben tener "buena penetración en el viento para que puedan hacer todas las figuras de un avión real", asegura Cristóbal Rombaut, uno de los principales pilotos de aeromodelismo del panorama mundial. Su dedicación, indica, "obliga a horas y horas de entrenamiento, a tener ilusión y unas ganas de aprender constantemente". La Cervera fue ayer testigo.