Una de las tiendas de ropa que lleva instalada en la capital cacereña más de medio siglo es Rojo, que cuenta con dos locales, uno en Pintores y otro en Antonio Hurtado. Uno de sus dependientes, que lleva veinte años trabajando en ella, asegura que actualmente el comercio local se encuentra en una situación difícil, pero que Rojo resiste al tratarse de una empresa solida con clientes que buscan calidad. «Ofrecemos muy buenos productos y eso también se nota», apunta.

Sin embargo, asegura que, por lo general, Cáceres necesita comercios. «Hay menos movimiento. La calle Pintores era el pulmón de las compras, ahora la falta de locales comerciales es notable y significativa», explica. El cacereño cree que una de las razones es la falta de aparcamientos en la zona centro.

«El comercio online también ha hecho mucho daño», añade.