El Ayuntamiento de Cáceres publicó el pasado viernes la convocatoria de subvenciones para autónomos y pequeñas y medianas empresas. Un plan necesario pero que tiene un montante global que es insuficiente para lo que está pasando y para lo que pasará en la ciudad porque ahora solo se está viendo la punta del iceberg. En que es una cantidad insuficiente, está dotado con un millón de euros, coincidieron todos los que intervinieron en el pleno que la corporación local celebró el jueves, empezando por el gobierno local. En el debate su portavoz, la primera teniente de alcalde María José Pulido, anunció «nuevos suplementos» y en las propias bases de las subvenciones, en el apartado del crédito presupuestario, ya se establece que pueda incrementarse con otro millón de euros adicional.

Dos millones, aunque sean ayudas compatibles con otras, es poco, hace falta mucho más y sobre todo otras medidas y decisiones políticas que aminoren la destrucción de empleo. Una vez hecho el esfuerzo de dotar de más presupuesto a la ayuda de primera necesidad, el foco se tiene que poner en las pequeñas y medianas empresas de la ciudad. La pandemia ha situado a Luis Salaya y a su equipo ante el reto más difícil que ha tenido un alcalde: que el débil tejido empresarial de la ciudad salga lo menos dañado posible. Solo del sector público, preponderante en la ciudad, no se puede vivir.

Basta solo dos datos para corroborar la urgencia de decisiones y medidas. El primero es que al cierre de abril había en el municipio de Cáceres 9.728 desempleados, más de mil que en febrero y 1.300 más que en abril de 2019. Y mayo será peor porque puede saltarse la barrera de los 10.000. El segundo lo publicamos hoy en este diario: la crisis económica causada por el coronavirus ha llevado al cierre de cerca de dos mil empresas en la región entre los meses de marzo y abril.

La ayuda máxima por solicitud que se puede dar a cada peticionario de la subvención del Ayuntamiento de Cáceres es de 2.999 euros, con un millón se puede beneficiar a más de 300 pymes y autónomos y no se pasa el límite de 3.000 euros (por debajo de esa cantidad se reducen las obligaciones de publicación en los boletines oficiales, aunque en las bases de las ayudas se establece que se hará público un extracto, con datos de los beneficiarios y la cuantía de las subvenciones, en el tablón de edictos virtual del ayuntamiento y en el portal de transparencia). Para facilitar la recepción del dinero será prepagable, en cuanto se autorice la concesión de la ayuda, y la justificación del gasto se hará con posterioridad, hasta el 31 de octubre. El plazo para presentar la solicitud se abrirá el 1 de junio y se atenderán todas las que cumplan los requisitos por orden de presentación.

Ya se ha dado un primer paso con los planes de ayuda y de choque para el sector turístico, pero quedan muchos más por dar porque, como dijo Pulido en su intervención ante el pleno de la corporación local, la ciudad «no será la misma que teníamos antes de la pandemia».