Juan Francisco Obrador ha sido capaz de crear las primeras plantilla de corcho ecológicas que no se rompen. Ya las vende en farmacias y tiendas de reparación de calzado de distintos puntos de España, y en diferentes países de Europa, también en Japón, Estados Unidos... Proporcionan amortiguación y confort durante todo el día, absorben los golpes, reducen la presión, evitan lesiones y reparten el peso del cuerpo. Pero además disminuyen el mal olor gracias al 45% de suberina y al 6% de taninos que contiene el corcho, cuya escasa humedad (6%) impide además la proliferación de bacterias.

Desde su casa en pleno campo, cerca de Aliseda, Juan Francisco ya ha registrado estas innovadoras plantillas como ‘Newcork’, las primeras de corcho irrompibles. Para ello ha contado con el respaldo del Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal (Iprocor) y con la colaboración de sus vecinos. «Durante año y medio las he dado a probar a trabajadores del campo hasta verificar por completo que no se parten. Hay otras en el mercado, pero a los pocos días se quiebran», explica el emprendedor, que además las presenta en soporte de cartón, «nada de plástico».

¿Pero cómo llegó a fabricar estas plantillas? Realmente Juan Francisco siempre ha sido una persona inquieta: dejó Madrid hace 23 años para asentarse en el campo extremeño, donde encontró su auténtico hogar, y dedicarse a la saca del corcho. «Se trata de una actividad que te mantiene ocupado seis meses, no todo el año, por eso comencé a trabajar las plantillas. El corcho de mejor calidad del mundo está en la Sierra de San Pedro», afirma. Su invento ya ha comenzado a viajar por el planeta de la mano de ‘Amazon’ y ‘Correos’, repartiendo comodidad y una huella más limpia.