Pacientes y familiares del área de Psiquiatría del hospital Virgen de la Montaña se quejan porque ya no se permite fumar a las personas que están ingresadas. Hasta ahora se les dejaba hacerlo en una terraza comunitaria pero desde hace unos diez días se les ha prohibido. La situación aumenta los niveles de estrés a muchos pacientes fumadores.

Es el caso del familiar de la cacereña Andrea Pérez, que asegura que desde que se les prohíbe fumar tiene mucha más ansiedad. «Para una persona que está allí ingresada dejar de fumar es complicado. Tienen más ansiedad y se vuelven más agresivos. Mi familiar fuma mucho y dejar de fumar en estos momentos no le ayuda», explica a este diario.

La ley antitabaco, que entró en vigor en enero del año 2011 y que prohíbe fumar en los lugares públicos (bares, restaurantes, hospitales generales, colegios,...), establece que «en los establecimientos psiquiátricos de media y larga estancia se permite fumar a los pacientes en las zonas exteriores de sus edificios al aire libre, o en una sala cerrada habilitada al efecto, que habrá de estar debida y visiblemente señalizada y contar con ventilación independiente o con otros dispositivos para la eliminación de humos».

Hasta ahora el Servicio Extremeño de Salud (SES) había permitido que se fumara en este área, sin embargo, según explica, lo que hacía era ser permisivo, ya que esta disposición de la legislación estatal no afecta al servicio de Psiquiatría del hospital al tratarse de «una unidad de hospitalización breve» y no un «establecimiento psiquiátrico». «La Unidad no es un establecimiento psiquiátrico, por lo que no existen más zonas exteriores que las que se encuentran fuera del recinto hospitalario. En la terraza exterior de la unidad se solía tolerar, no sin reticencias, especialmente a los fumadores compulsivos. Desde el pasado día 4 de octubre se hace cumplir la ley sin titubeos, una vez que se ha instaurado la terapia sustitutiva con parches de nicotina», indica el SES. Es decir, se ha puesto en marcha un nuevo programa para que las personas afectadas que lo soliciten puedan acceder a un tratamiento para no fumar.

El Servicio Extremeño de Salud asegura, además, que desde la coordinación de la Unidad de Psiquiatría señalan que «se ha acogido muy bien esa formalización en la aplicación de la ley y que ahora se producen menos conflictos entre pacientes a causa del tabaco y los cigarrillos».

ANSIEDAD Y AGRESIVIDAD / No es el caso del familiar de Andrea Pérez ni la experiencia que ella misma ha vivido durante estos días en el área de Psiquiatría. «Los pacientes están nerviosos y más agresivos. A mi familiar hay días que tienen que ponerle hasta tres parches de nicotina porque no aguanta», señala esta afectada.

Junto a la prohibición de fumar se están llevando a cabo también medidas de seguridad, dentro de un programa de reestructuración y mejoras que están realizando en la unidad. Entre ellas destaca el registro de los efectos personales que llevan los familiares durante las visitas. «Entiendo que no nos dejen pasar el teléfono móvil y otras cosas pero a nosotros nos han llegado a quitar una mandarina y dos plátanos que le llevábamos a nuestro familiar», se queja esta afectada. Desde el SES aseguran que esto es «lógico y sensato» y que se hace en todas las unidades de este tipo que hay en la región.

Tampoco se permite ahora que las visitas puedan permanecer en las habitaciones de los pacientes. Desde hace unos días las habitaciones se cierran con llave de cinco a siete de la tarde (tiempo en que se deja acceder a los visitantes). Los pacientes solo pueden reunirse con sus familiares en una pequeña sala en la que coinciden con el resto de pacientes y visitantes. «Es imposible mantener una conversación con nuestros familiares, se mezclan todas las conversaciones y hay pacientes que, por su estado, están las dos horas gritando», explica Andrea Pérez. A esto se une la falta de sitio para sentarse, ya que no hay espacio para todos y muchas veces los pacientes tienen que estar las dos horas de pie.

«La Unidad no está preparada para ser un centro de psiquiatría y si ahora le unimos todas estas restricciones mucho menos. Mi familiar dice que es como una cárcel. No hay derecho», protesta. Esto no es nuevo, son ya muchos familiares los que se han quejado de este área hospitalaria.