La policía alemana fue la que detectó en el 2000 la presencia en la red de un joven cacereño que difundía porno infantil por internet. En abril de ese año, el Cuerpo Nacional de Policía lo detuvo. La detención se llevó a cabo por funcionarios de la policía adscritos a la Unidad de Investigación de la Delincuencia en Tecnologías de la Información, encargada de perseguir los delitos de alta tecnología y que cuenta con la colaboración de la policía de toda Europa.

La policía constató que la difusión de imágenes pedófilas desde el servicio de ficheros del ordenador del detenido formaba parte de un paquete genérico de pornografía al que accedía. Tras las investigaciones realizadas, y después de prestar declaración, el joven fue puesto en libertad con cargos.

El detenido accedió a estas imágenes a través de un IRC (Internet Relay Chat), un canal de internet dedicado a la charla o chateo, como se conoce en el argot internauta, y en el que pueden intervenir infinidad de personas. El IRC se puede comparar a un inmenso hotel con innumerables habitaciones, pero con la particularidad de que algunas de ellas son privadas y otras de libre acceso. El contenido es tan variado que incluye, por supuesto, el sexo y la pedofilia.