Al menos tres grafiteros atentaron la madrugada del pasado domingo en fachadas particulares y establecimientos comerciales de las avenidas de España y Primo de Rivera. La policía local está tras la pista y ya «está muy cerca de ellos», según confirmó a este periódico el jefe del cuerpo, Ángel Carvajal. Una grabación obtenida de la cámara de seguridad de la franquicia D’Miga, publicada ayer en exclusiva por este diario y en poder de la policía, ha permitido avanzar de forma más rápida en la investigación.

Carvajal indicó que los autores habían participado en una fiesta celebrada en la Sala Underclub y que a su salida pintaron la fachada de ese local, Bodybell y D’Miga, además de atentar contra el mobiliario público. «Eran conscientes de lo que hacían porque se pusieron capuchas para no ser reconocidos», dijo Carvajal, quien además de condenar los hechos, informó de que uno de los implicados es de Cáceres.

La alcaldesa, Elena Nevado, también condenó ayer los hechos. «El mobiliario público y el patrimonio es de todos y tenemos la obligación de cuidarlo. Quien atenta contra la público atenta contra toda la ciudad», aseveró la regidora, quien añadió que el caso está en manos de la Policía Local y recordó que Cáceres cuenta con una ordenanza que sanciona estos casos, que van de los 750 euros a los 3.000, según recoge el artículo 10 sobre contaminación visual de la Ordenanza Reguladora de la Convivencia y Protección el Entorno Urbano.

El atestado que se elabore pasará al juzgado de guardia «por si los hechos son constitutivos de una infracción penal», apuntó Elena Nevado, que no descartó que el ayuntamiento pueda personarse llegado el caso como acusación. Operarios de la empresa concesionaria del servicio de limpieza eliminaron ayer varias pintadas. Las de los comercios continúan a la espera de que la policía científica las coteje con todas las pintadas de su base de datos.