Nuria es una alumna de 12 años y acaban de ponerle una multa: "Es que me equivocado de carril", comenta. Afortunadamente no tendrá que pagar nada. Nuria asiste al colegio María Auxiliadora en el Nuevo Cáceres, donde la Unidad de Mediación Social (UMS) de la policía local ha realizado una jornada de educación vial. El patio del colegio se ha convertido en una pequeña ciudad a escala, con sus señales de tráfico, sus pasos de cebra y sus rotondas. "Teníamos semáforos también, pero se nos han estropeado", cuenta Juan Ignacio Blanco, oficial de la UMS. Como en una ciudad real.

Todo el material lo ha proporcionado la Junta de Extremadura y han recorrido con éste 11 colegios de la ciudad. La policía lleva ya seis años enseñando a los niños de los colegios cacereños como comportarse cuando salen a las calles, pero esta es la primera vez que se hace con este material. Antes se impartían charlas, veían vídeos o usaban programas informáticos.

Al comenzar la actividad los agentes les explican entre bromas y risas, de una manera lúdica en qué consiste. Les aclaran las señales de tráfico y las normas básicas de circulación. Tienen nueve bicicletas en las que se montan otros tantos niños y empiezan a circular. El resto de la clase hace de peatón y luego cambian los papeles.

"Son receptivos, ellos son los primeros que te comentan las infracciones mas usuales que cometen sus padres, semáforos en rojo, velocidad excesiva, el cinturón, el tema del móvil...", explica Blanco.

Las jornadas han estado dirigidas a chicos de entre 4º y 6º de Primaria y la idea, según subraya Blanco, es que "se vayan concienciando de la importancia de respetar las normas ". Y añade: "Esto también es educación, es como enseñar Matemáticas o Lengua; tienen que aprender desde pequeños, para no provocar accidentes y que se eduquen como personas".

Trinidad, una profesora que supervisa la actividad, señala que aunque no haya una asignatura sobre educación vial se aborda en clase en los temas transversales, "sobre todo en Conocimiento del Medio".