Hay algo que no deja de sorprenderme. Debería estar ya acostumbrada, pero no es así. Me refiero a ese afán que tienen los políticos de criticar, por norma, cualquier iniciativa de los contrarios, y casi siempre sin haber tenido tiempo de meditarlo. Lo hacen todos.

Un ejemplo lo hemos tenido esta misma semana con el tan traído y llevado asunto del ocio nocturno. No sé si finalmente se llegará a un acuerdo que satisfaga a todos, pero personalmente no me parece mal que al menos se traten de buscar soluciones. Es un paso adelante que la Junta anuncie su intención de abrir un debate "sereno y sosegado" sobre el posible traspaso a los ayuntamientos de las competencias en materia de ocio, incluidos los horarios nocturnos de los bares. Sería lógico, pues nadie mejor que los ayuntamientos para saber cómo abordar el tema en sus respectivas ciudades.

Pues nada, de nuevo las criticas. Que este debate "es infantil y sin sinceridad", dice Monago, y hasta algún joven socialista se ha mostrado contrario y ha acusado a Heras de abrir la "caja de pandora" con una propuesta "poco meditada". Sin entrar en más consideraciones, de lo que no cabe duda es que este tema hay que abordarlo, sin olvidar que ocio nocturno no es solo ´botellón´. Es también oferta de conciertos, espectáculos... Muchos lo esperamos.