El gobierno local consiguió ayer sacar adelante el pliego para contratar con una empresa la gestión del servicio de recogida de residuos sólidos y limpieza viaria. Fue en la comisión local de Contratación. El dictamen a favor deberá ser ratificado por el pleno, un órgano en el que el gobierno está en minoría y el voto de Vela volverá a ser clave. Este contrato es el más importante para el consistorio por su coste, superior al 10% de su presupuesto, y para los licitadores, dado que la empresa puede lograr un beneficio anual que rondaría el medio millón de euros o incluso una cifra mayor, aunque la cantidad final dependerá del porcentaje sobre el coste del contrato que aparezca en la oferta de la empresa que gane el concurso.

La comisión dictaminó a favor del pliego con los votos de los tres concejales del PP y la negativa de los dos representantes del PSOE. La abstención del edil independiente, Felipe Vela, y la ausencia del edil de IU, Santiago Pavón, por enfermedad propiciaron el dictamen a favor. El contrato se volverá a adjudicar porque la relación con la actual concesionaria vence el 1 de enero.

Pero ahora toca al pleno la aprobación del pliego y el voto de Vela será decisivo. "Me reservo mi voto para el pleno", explicó el edil, que ayer abandonó la comisión para mostrar su indignación porque no se le aporta documentación de los temas que van a comisión para dictaminar.

Vela indicó que hay tres cuestiones de las que dependerá su voto, "si no están explicadas, votaré en contra", añadió. El edil precisó que no se detalla de dónde salen los 7,9 millones en los que se evalúa el coste anual del servicio, que no se incluye la recogida neumática entre los servicios a prestar y que no está claro qué ocurrirá con el vertedero.

El edil opinó que los números presentados sobre los costes "no cuadran" y que el nuevo vertedero debe quedar fuera del contrato, ya que puede conllevar unos costes que lo desvirtúen.

La capacidad del vertedero actual es insuficiente y se prevé que en un plazo inferior a medio año haya que buscar otra ubicación, aunque la actual empresa concesionaria, Conyser, cuenta con piscinas, que son de su propiedad, donde se podría seguir depositando los residuos.

El gobierno municipal anunció inicialmente que las empresas que optasen a quedarse con el servicio debían de aportar terrenos para un nuevo vertedero, aunque desde el gobierno se especificó ayer que esa exigencia ya no se incluirá en el pliego.

ECOPARQUE Ahora la ubicación del nuevo vertedero dependerá de las conversaciones entre el ayuntamiento y la dirección general de Medio Ambiente para la realización de un ecoparque (planta de tratamiento). Desde el gobierno se indicó ayer que hay una propuesta de ubicación que "está muy avanzada" y en la que se trabaja en contacto con la dirección general, aunque fuentes cercanas a la Consejería de Medio Ambiente dijeron ayer que al menos el pasado lunes se desconocía que hubiese una propuesta en firme por el ayuntamiento, lo último que se conocía es que se había remitido al consistorio un listado con los sitios donde no se puede ubicar un vertedero.

El acuerdo del PP con Vela será más fácil que con IU, que es contraria a la gestión indirecta de servicios municipales, y que con el PSOE. El gobierno local del PP acusó ayer al PSOE de obstruir todo el proceso y aseguró que su objetivo es que el gobierno "no resuelva asuntos".

Por su parte, el portavoz socialista en la comisión de Contratación, Lorenzo de la Calle, explicó que no se puede apoyar un pliego que carece de proyecto de la explotación de la concesión. "No vale --añadió el edil-- con un valor sumatorio de lo que hay ahora, sino que se debe presentar un proyecto en el que estén definidos perfectamente los costes".

El concejal insistió en que se necesita determinar los coste de gestión del servicio, sin incluir otros de asesoría y asistencia que se vinculan a la concesión, y que una vez evaluados se debe informar de la tasa que tendría que abonar el usuario en relación a esos costes. Y advirtió de que sin esa especificación el usuario acaba pagando por unos costes que no tienen relación directa con el servicio que se le presta.