Los siete presos etarras que cumplen condena en el Centro Penitenciario de Cáceres abandonaron el pasado sábado la huelga de hambre indefinida que mantenían desde el 12 de julio. La subdelegación del Gobierno confirmó ayer este extremo, refrendado por fuentes penitenciarias que añadieron que los terroristas han sido visitados a diario por los médicos desde que los etarras iniciaron el plante.

Según explicaron estas mismas fuentes, la decisión de iniciar la huelga de hambre se debió a la reducción de las largas listas de amigos que los etarras habían presentado a la dirección del centro para que les visitaran. En algunos casos, el listado superaba las 70 personas y cien personas, por lo que se tomó la medida de reducir a 12 la cifra de amigos que podían visitar a cada uno de los siete presos de ETA.

NORMAS ESTRICTAS El régimen penitenciario establece dos visitas ordinarias a la semana, de 30 minutos de duración, para familiares o amigos que pueden ser acumulables a una sola por causas de lejanía. Tras una reunión mantenida el pasado sábado por responsables de la prisión con familiares de los etarras, los miembros de la banda terrorista decidieron paralizar la huelga de hambre que, según fuentes penitenciarias, afectaba a las tres comidas del día.

Alrededor de medio centenar de proetarras se manifestaron el pasado sábado frente a la prisión cacereña, ante la que enarbolaron ikurriñas y lanzaron cohetes, vigilados por un fuerte dispositivo policial sin que se registraran incidentes relevantes.