El gobierno municipal ha abierto los contactos con el resto de grupos políticos para empezar la negociación de los presupuestos de 2020. La concejala de Economía, María Ángeles Costa, ya se reunió el miércoles con los ediles de Unidas Podemos y ayer lo hizo con el concejal no adscrito, Teófilo Amores. Las cuentas del año próximo se presentan con una merma de ingresos corrientes que superará los tres millones de euros, aunque ayer Costa no entró en dar cifras. El gobierno socialista necesita el apoyo de uno o dos grupos de la oposición para sacar las cuentas.

Esa reducción obedece a tres motivos. El principal es que en 2020 ya no se cobra el exceso de canon que en los cuatro últimos ejercicios ha puesto Canal de Isabel II, la empresa que tiene la concesión de la gestión del abastecimiento y depuración del agua. Además del canon inicial que por valor de 30 millones pagó la empresa en 2015, la compañía se comprometió a abonar un canon extra por importe de 2,2 millones de euros durante cuatro anualidades, la última fue 2019.

El segundo motivo es que se tendrá que recortar la previsión de recaudación del Impuesto de Bienes Inmuebles. Se tendría que hacer una previsión con la estimación de la reducción de recaudación por la segunda bajada del tipo impositivo del IBI, que se ha aplicado en 2019. Esa disminución tendrá que ser de al menos 711.191 euros, que fue la cantidad que calcularon los servicios económicos del ayuntamiento.

La tercera causa es que las previsiones de recaudación del impuesto de Plusvalía no se cumplen. Están lejos de lo que se recauda tras la sentencia del Tribunal Constitucional que afectó a este tributo municipal. La mejor prueba es lo ocurrido con este impuesto en la liquidación del presupuesto de 2018, que es además el que se ha prorrogado durante 2019. El ayuntamiento ya hizo en 2018 una previsión de ingresos a la baja, calculó una recaudación de 1.200.000 euros. Aunque al final se reconocieron derechos por valor de 933.841 euros y la recaudación neta que se logró al cierre del año fue de solo 221.500 euros.

RECAUDACIÓN / Solo de estos tres conceptos la merma de ingresos corrientes superará los 3 millones con respecto a las previsiones iniciales del ejercicio de 2018, que es el que ha estado prorrogado en 2019. Y podrá superar los 4 millones si las estimaciones que haya hecho el gobierno y los servicios económicos han sido más prudentes y cercanas a la recaudación neta que a los derechos renocidos por IBI y Plusvalía.

Si la comparativa se hace con las cuentas de 2017, antes de las dos bajadas del IBI, aplicadas en 2018 y 2019, y de que se notase en las cuentas los efectos de la resolución del Constitucional, la reducción en la recaudación de ingresos corrientes podría ser superior a los 5 millones. En 2017 se presupuestaron 24 millones de IBI, en 2018 fueron 22,8 millones y en 2020 ya podría bajar de los 22 millones al notarse los efectos de la reducción del tipo impositivo de 2019. En Plusvalía, en 2017 se llegaron a presupuestar 1,8 millones cuando en el cierre del ejercicio de 2018 la recaudación ya solo fue de 221.500 euros.