Elena Nevado se ha visto obligada a presentar por fin los presupuestos del ayuntamiento sin haber conseguido, como reiteradamente ha solicitado, la aportación de alguna propuesta de los grupos de la oposición. Esta falta de apoyos puede ser un adelanto de lo que va a suceder con su tramitación. Un presupuesto es a la vez una radiografía de la situación de la ciudad y un programa de lo que piensa hacer el gobierno municipal para mejorarla.

Por lo tanto no es cierto, como dice la alcaldesa, que votar en contra de estos presupuestos es votar en contra de los cacereños. Votar en contra es votar en contra de lo que el PP considera que es lo mejor que se puede programar para Cáceres, y si a Elena Nevado le parece que es lo mejor debe aceptar democráticamente que a otros no se lo parezca y prefieran otras actuaciones. Así pues deberá buscar mejores razones para tratar de explicarlo y atraer voluntades, a no ser que se trate de una perorata dedicada a sus incondicionales y denostar a la oposición.

No es de extrañar por tanto que Cáceres Eres Tú se niegue a su aprobación pues, por poner un ejemplo, es difícil que el PP acepte la reversión de algunas de las concesiones, cosa que ellos consideran innegociable. Por lo que se refiere a C’s, a quien debe Elena que hayan salido adelante muchas de sus propuestas en estos tres años, el respaldo está condicionado por el año electoral y por su intento de diferenciarse de los populares e incluso adelantarles en los votos, por lo que todo parece indicar que por vez primera votará en contra.

El PSOE, además de las diferencias programáticas, tiene en su mente la actitud de Casado frente a los presupuestos de Sánchez y le sería muy difícil explicar ponerle una alfombra a Nevado en estas circunstancias. Es posible que el grupo popular se vea obligado a prorrogar los presupuestos que, aunque no sea lo mejor, tampoco es una tragedia, pues siempre hay mecanismos para reconducir los del año anterior.