Dar un respiro a los familiares de los enfermos terminales de cáncer y contribuir a mejorar su calidad de vida es, en resumen, el servicio asistencial que presta el programa de ayuda a domicilio de la Asociación de Lucha contra el Cáncer. Cuarenta enfermos en esta situación se benefician anualmente de esta atención doméstica que se hace realidad gracias al convenio que desde hace cinco años mantiene el ayuntamiento cacereño con el colectivo social.

El alcalde, José María Saponi, y el presidente de la asociación, Delfín Hernández, renovaron ayer esa colaboración por la que el consistorio aporta 12.000 euros, con los que se costea la realización de 1.144 horas de servicio a domicilio. Este quinto convenio se reduce en tiempo, serán sólo siete meses y no un año completo por el aumento del coste laboral del servicio. El año pasado, por ejemplo, la misma cantidad de dinero permitió la realización de 2.532 horas de trabajo.

Saponi destacó que con este convenio se da respuesta "a una demanda social". De hecho, la ayuda que se ofrece es un complemento a la asistencia que presta la unidad de cuidados paliativos de la asociación, que trabaja con el Servicio Extremeño de Salud.

Esta unidad se centra en el aspecto médico del enfermo, mientras que la ayuda a domicilio atiende sus necesidades básicas, como cuestiones relacionadas con la alimentación, la higiene, movilización, la compañía dentro y fuera del domicilio y el apoyo social a los familiares que los cuidan. "Nosotros lo denominamos respiro familiar porque permite que durante ese tiempo que está el personal, el familiar pueda descansar", explicó la concejala de Asuntos Sociales, Basilia Pizarro.

El presidente de la asociación del cáncer señaló por su parte la importancia de esta asistencia domiciliaria que, en su opinión, es "una manera de favorecer una vida digna de los enfermos oncológicos sin que tengan que sufrir demoras".