El ayuntamiento se da prisa en aplicar la prohibición de estacionamiento de vehículos de no residentes en la ciudad monumental y ejecutará la medida a partir del próximo lunes. La decisión fue tomada por la junta local de gobierno hace una semana y ya ha comenzado a difundirse entre los conductores mediante pequeños avisos impresos que la policía local está colocando coche por coche.

Ayer por la mañana la normalidad era absoluta en el recinto intramuros. Los controles de acceso regulados con pivotes desde la jefatura de la policía funcionaban como cualquier otra jornada, sin que pudiera verse ningún cartel ni señal advirtiendo de que a partir del día 19 --como reflejan los avisos-- comenzará a restringirse el aparcamiento a los que no sean vecinos.

La prohibición de estacionamiento afectará a todo el recinto monumental. El nuevo gobierno municipal del PP pretende responder así a las quejas por la entrada indiscriminada de vehículos que ha convertido la imagen de plazas llenas en algo habitual. Será la primera medida de envergadura que aplique con el objetivo de reducir el número de vehículos, aunque la comisión gestora de la asociación de vecinos Ciudad Monumental advierte de que sigue sin solucionarse el principal problema: la necesidad de habilitar aparcamientos en el entorno del recinto intramuros para que los propios residentes puedan dejar sus vehículos y no como hasta ahora, que estacionan encima de aceras o en zonas donde está prohibido. "El residente tiene derecho a entrar, pero no a aparcar en cualquier parte", subraya Lourdes Serrano, de la comisión gestora.

El colectivo de residentes aplaude la medida municipal, que se ha tomado sin consultarles previamente, porque cree que puede contribuir a preservar el patrimonio histórico, evitando que la zona intramuros "se sature de vehículos" como viene ocurriendo. "La parte antigua no es ningún párking", subrayan.

OBJETIVO: RECORTAR

Pero la cuestión de fondo sigue siendo la misma: si a quienes se concedieron las tarjetas de acceso --un total de 891 según un informe reciente de la policía-- tienen derecho a acceder al recinto intramuros. El último censo en la ciudad monumental no alcanzaba los 400 vecinos, de lo que puede deducirse que el resto de los permisos están en manos de taxistas, instituciones y negocios, a los que también se permite la entrada al recinto.

El gobierno local tiene claro que la cantidad es excesiva y está dispuesto a recortar esa cantidad, incluyendo en la medida a instituciones con sede en el recinto intramuros y establecimientos. El colectivo de vecinos opinó ayer que los residentes que cuentan con la autorización son "una minoría" y se preguntó qué criterios se han seguido para darla. "El resto ha sido para gente de fuera", aseguró Serrano.

Los residentes confían en que la prohibición de estacionar surta efecto, aunque creen necesario que el control policial se mantenga a lo largo de todo el año. De hecho, opinaron que esta medida "debe ser una prioridad para el gobierno municipal" y recordaron que en anteriores legislatura el ayuntamiento lo ha intentado, pero sin éxito.

La comisión gestora de la asociación también subrayó que, por las condiciones particulares de la parte antigua, existen pocos sitios disponibles para aparcar y dejó claro que la circulación en el recinto intramuros debería limitarse al máximo en el futuro por razones de conservación del patrimonio.