Hace unos meses, apareció una galga abandonada ¡cómo no! en la estación de servicios de Valdesalor. Comencé a alimentarla e inmediatamente me puse en contacto (no una vez, sino varias) con la Asociación Cacereña de Protección Animal. Les expliqué que no dejaba que nadie se le acercara y que cruzaba de un lado a otro la carretera pudiendo provocar un accidente. Pues bien, en dicha asociación, me dieron largas con excusas que no entendí.

Pasado un tiempo compruebo que la perra estaba preñada y vuelvo a llamar a dicha Asociación. En esta ocasión consigo hablar con doña Isabel Alcalá, directora de la asociación.

Una vez que le expliqué el problema, me dice que la única manera de atrapar a la perra sería utilizando una gran jaula trampa que ellos tienen, pero que no les cabe en el vehículo que tienen disponible.

Me ofrezco a proporcionarles un vehículo con capacidad suficiente cuando ellos quieran, y a acompañarles el día de la captura ¿quieren más facilidades? Doña Isabel: ya no es necesario que se moleste, hace unos días un coche ha atropellado a la perra, y aunque no se han producido pérdidas humanas, nunca podré olvidar el dantesco espectáculo de la madre atropellada y los 7 cachorros fuera de su vientre (algunos con vida), destrozados en el asfalto, ¿de quién es la culpa?.

En su página web establecen cual es la finalidad de la ¿protectora?: la defensa y protección de toda clase de animales.... Defendemos el derecho de los animales a una vida digna, o cuando sea necesario, una muerte sin sufrimiento. Intentamos fomentar el respeto hacia los animales y evitar cualquier tipo de crueldad.

A su vez nos dicen ¿cómo podemos ayudar?: Adoptando un animal, haciéndote socio, denunciando situaciones de maltrato o abandono... etcétera. Y yo me pregunto ¿Es todo apariencia? ¿Hay corazón? Y llueve sobre mojado. Es la cuarta vez que acudo a la Asociación Cacereña de Protección Animal, y nunca me han hecho caso, salvo en una ocasión, que después de tener varias horas otro perro abandonado en casa, se lo llevé personalmente hasta sus puertas. Se lo puse en bandeja y no pudieron negarse.

Ya no hay que molestarse doña Isabel Alcalá, no le llamaré más al móvil, que según me dijo es privado y lo borré de mi agenda bajo sus consejos. ¡Ah! se me olvidaba decirles que por la zona de Eroski, donde vivo, hay otro galgo abandonado. Deseo que no provoque ningún accidente y espero no volver a ver otro espectáculo dantesco que además conlleve desgracias humanas.

Por último, me pregunto si la ¿protectora?, protege tanto como dice o sólo es para salir en la foto con cachorros abandonados y promover la adopción (por cierto una buena foto hubiera sido con los siete perritos de la galga en la carretera), cosa que me parece genial. Pero seguro que dichos perritos y otros tantos, os los pusieron en la puerta y tuvieron que esperar a que fuera horario de comercio para que lo recogiérais. Como me pasó a mí con el que os llevé.

Lely CardonaDNI 6. 957.589-C