Pocas concentraciones han levantado tanta curiosidad a su paso como la protesta canina que ayer recorrió la zona centro desde Cánovas hasta la plaza Mayor. Un centenar de perros y alrededor de 150 personas, entre propietarios y simpatizantes, se manifestaron contra el cierre del parque del Príncipe a estos animales (el ayuntamiento alega que soltará cuatro pavos reales), y en demanda de un espacio donde los canes puedan corretear y esparcirse. "No hay ningún lugar de estas características. Siempre deben ir con correa", explicó Isabel Alcalá, vicepresidenta de la Asociación Cacereña para la Defensa de los Animales, colectivo organizador de la protesta.

La cita reunió a ejemplares de varias razas y todos los tamaños que ladraban y jugueteaban nerviosos. La protectora repartió bolsas para las deposiciones e identificó a los animales con un lazo verde en el collar (no quedó un solo excremento). La presidenta, Mercedes González, abrió la marcha con Pluto , un enorme perro bobtail. Otro ciudadano, José Luis, llevaba a su cocker Gala con un impermeable, una cinta con la bandera extremeña y una pancarta en la correa: Raimundo, no eres de este mundo , en alusión al concejal que decretó el cierre.

ARGUMENTOS EN CONTRA

María acariciaba a su mastín Godofredo , mientras afirmaba que por ley no se puede prohibir el acceso de los perros a un parque público. "¿Dónde están los espacios de esparcimiento que recoge la ordenanza? , inquirió. "A mí me gustaría conocer algún caso en el que los pavos hayan salvado vidas en un terremoto", añadió Carmen junto a su boxer Zar . Paloma estaba inquieta: "Mi pastora alemana sufre atrofia porque no tiene donde correr".

Incluso el director general de Turismo, Francisco Sánchez Lomba, acudió con su perro Chusky . "Hay que poder pasear por un espacio público, pero sin dejar suciedad", dijo. Este argumento fue repetido por todos.

El edil de Parques y Jardines, Raimundo Holgado, ofreció el lunes 3.000 metros cuadrados en el Príncipe para los perros, pero la protectora no está conforme. "El cierre es ilegal", reiteró Isabel Alcalá. Además, la asociación considera que el terreno es mínimo en comparación con el parque, y está apartado e inclinado.

La negociación entre protectora y concejal continuará. "Sólo pedimos respeto", subrayó la vicepresidenta, que instó al consistorio a cumplir sus ordenanzas, informar y sancionar a los infractores. "No recriminamos al ayuntamiento --dijo--, queremos que respete la convivencia". A su juicio, los pavos reales no son los más adecuados para el parque por su carácter semidoméstico.