A la vista de las circunstancias que concurren en el panorama político español, el Rey no ha convocado nuevas consultas, y ha aprovechado la ocasión para recordar a los políticos que la pluralidad exige ±una forma de ejercer la política basada en el diálogo, la concertación y el compromisoO, y ha recordado a los diputados, que están para "resolver los problemas de los ciudadanos" y los "asuntos esenciales de la vida nacional" como es elegir un presidente del Gobierno se deben tratar en las Cortes.

Don Felipe ha decidido no iniciar, por el momento, nuevas consultas con los representantes de los grupos políticos con representación parlamentaria, ya que han de ser las formaciones políticas, las que tienen que llevar a cabo las actuaciones que consideren conveniente a los efectos de lo previsto en el artículo 99 de la Constitución. En un régimen constitucional y democrático de Monarquía parlamentaria como el español, las Cortes Generales son la sede donde los representantes políticos han de decidir en los asuntos esenciales de la vida nacional, ello no supone que el Rey, no vaya a estar atento a lo que pueda acontecer en relación con el procedimiento contemplado en el artículo 99 de la Constitución, que establece que es a él a quien corresponde proponer un candidato para presidir el Gobierno, una vez consultados los representantes parlamentarios.

Y esa es la razón en la que se basa el mandato Constitucional, en base al que Don Felipe decidió no iniciar nuevas consultas con los representantes políticos, para dar tiempo a los partidos a llevar a cabo las actuaciones, que consideraran "convenientes" para una posible investidura. Y así estamos aún, España está gobernada por un gobierno en funciones, eficaz eso sí, pero en funciones y por lo tanto provisional a la espera de que se produzca lo establecido en la Constitución, y todo ello nos conduce a un acontecimiento de posibles nuevas elecciones generales, y ya sabemos lo que cuestan, en las del 20-D y del 26-J el gasto aproximado fue de 130 millones de euros.

También la negativa de Pedro Sánchez a apoyar un gobierno de Mariano Rajoy , que ganó las elecciones, coadyuva a seguir con la inestabilidad que se advierte en la vida de los ciudadanos, además del coste de unos terceros comicios generales que elevarían la cantidad que ya se ha gastado en los procesos electorales de este tipo durante los últimos meses.

Albert Rivera líder de Ciudadanos, ha dicho que "la única vía razonable" para lograr un Gobierno para España, debe ser un acuerdo entre los principales partidos constitucionalistasî, PP, PSOE y Ciudadanos. "La única vía sostenible en escaños y en modelo de sociedad --insistió--, es que el PP quiera llegar a un acuerdo". Estoy convencido de que el PP autorizará a sus equipos negociadores a sentarse en la mesa porque España lo necesitaî, concluyó, con un optimismo que, al menos por el momento, no parece sustentado en ningún dato de la realidad política.

Mariano Rajoy, por su parte ha venido diciendo que era bueno para la gobernabilidad de España, una coalición de los Partidos Constitucionalistas, Partido Popular, PSOE y Ciudadanos. Pero España sigue a la espera, en la esperanza de encontrar una salida a esta coyuntura que ya dura demasiado.