Ya lo dice el refrán: "Los amores reñidos son los más queridos". Ahí está el tripartito (o bipartito apoyado desde fuera, o cuatripartito, qué se yo) para demostrarlo. Tras un año de desencuentros, riñas, regañinas, advertencias y gestos de mal humor, parece que se han reconciliado. ¿Por mucho tiempo?. Vete tú a saber. De momento los intereses de cada cual se han visto satisfechos, de manera que nadie se va a "casa de sus padres" (el Partido Popular) ni mucho menos devuelve el rosario de su madre (la presidencia ejecutiva de Cáceres 2016). Faltaría más. Así da gusto. Los ves en amor y compaña. Amarraditos, haciéndose arrumacos, lanzándose piropos y haciéndose regalos espectaculares. Y si eso es en público qué será en la intimidad.

Esta situación ha despertado los celos del PP que era también pretendiente. Ahora habrá de esperar un tiempo prudencial y deberá hacerse querer con un mayor coste, porque se supone que su amor es imperecedero, "hasta que la muerte nos separe", y no va a renunciar a la conquista. Los beneficiados vamos a ser los cacereños. Cuando vuelva de vacaciones se encontrará con El Corte Inglés construido y tres aparcamientos en funcionamiento. Por lo menos, pues Vela afirma que en poco tiempo se verán frutos. ¿No serán calabazas...?