Un recibimiento de campeón. Eso es lo que tuvo ayer el cacereño Guillermo Gracia a su llegada a España después de ganar nueve medallas en natatación en los mundiales de Australia. Sus compañeros de clase y sus profesores en Las Carmelitas decidieron desplazarse hasta el aeropuerto de Madrid para darle una bienvenida a la altura. La expedición partió de la capital cacereña a primera hora de la mañana y se embarcó en un autobús rumbo a la capital madrileña. «Hemos ido familiares, amigos, sus veinte compañeros y dos profesoras», expone a este diario Teresa Alonso, una de dos las tutoras y una de las encargadas de comandar a la comitiva ayer.

La llegada del vuelo estaba prevista a las 13.00 horas pero no fue hasta casi una hora más tarde cuando el cacereño salió por la puerta de aterrizaje. Los asistentes aguardaban «nerviosos» con pancartas con la inscripción ‘Super Guillermo, campeón del mundo dentro y fuera del agua». «Fue muy emocionante, no se lo esperaba, estaba emocionado, queríamos recibirlo como se merece y lo hicimos en la calle San Pedro --inmediaciones del centro-- pero ahora con tantos oros mundiales San Pedro se quedaba corto», según Alonso.

Cabe recordar que el nadador cacereño consiguió esta semana seis oros, dos platas y un bronce en los campeonatos mundiales de la Federación internacional para Deportistas con Discapacidad Intelectual. «Está feliz, ha llegado con su sonrisa». Hoy descansa pero mañana regresará el cacereño ‘de oro’ volverá las clases con sus compañeros, también ‘de oro’.