El 3 de febrero del año pasado el ayuntamiento inició en la ciudad monumental su plan de peatonalización. La palabra peatonalizar no gusta en el equipo de gobierno. Se insiste en que no se trata de aplicar medidas coercitivas, sino de hacer realidad un proyecto capaz de recuperar para el peatón espacios urbanos donde hasta ahora había primado el interés del coche por encima del bienestar y la calidad de vida. Cáceres tiene en su parte antigua una de sus fuentes de riqueza principales. En este contexto, los responsables municipales estiman la necesidad de liberarla de automóviles, para uso y disfrute de residentes y, también, de turistas.