La inseguridad en el recinto ferial quedó patente la noche de la inauguración de la Feria de Mayo con la agresión que sufrió un fotógrafo de EL PERIODICO EXTREMADURA mientras realizaba su trabajo. Los hechos sucedieron en una caseta donde, según testigos presenciales, un individuo, sin mediar palabra, propinó varios puñetazos en la cara al redactor gráfico.

La agresión se produjo en torno a la 01.30 horas. Ante la necesidad de asistencia médica, tres redactores de este diario acompañaron al agredido hasta el puesto de información del recinto, donde no se encontraba activo ningún dispositivo sanitario de Cruz Roja.

Sí se encontraban en ese momento al menos seis agentes de la Policía Local que, pese a ser informados de lo ocurrido y advertidos del lugar donde se encontraban los agresores, se limitaron, con frialdad, a desviar al herido y sus acompañantes a un hospital y, posteriormente, a la comisaría para presentar la denuncia correspondiente.

Cuando ocurrió la agresión ningún policía se encontraba patrullando por las calles donde están situadas las casetas de la feria, pese a ser ésta una de las medidas previstas por el consistorio en su plan de seguridad.

Poco después de los hechos, llegó al lugar una UVI de Cruz Roja, uno de cuyos voluntarios, tras hacer constar que allí no había ningún médico, examinó las heridas y lo remitió al hospital. El agredido, que fue trasladado por sus propios compañeros al San Pedro de Alcántara, precisó atención médica, aunque no reviste gravedad.