El Tribunal Supremo ha reducido a la mitad --de 3 años a 1 año y medio-- la pena de prisión que la Audiencia Provincial de Cáceres impuso en junio del año pasado a un cacereño al que la policía había pillado un año antes vendiendo droga en el céntrico parque de Calvo Sotelo.

La Audiencia Provincial juzgó y declaró a Juan P. M., de 50 años, autor responsable de un delito contra la salud pública (tráfico de drogas de las que causan grave daño a la salud), y le impuso una condena de 3 años de prisión. El, en desacuerdo, recurrió la sentencia ante el Tribunal Supremo, que ha estimado su recurso, ha anulado la sentencia de la Audiencia y dictado una nueva en la que "deja sin efecto" la pena de prisión de 3 años que le impuso la Audiencia de Cáceres, y le condena a la pena de 1 año y 6 meses de prisión.

Según se recoge en la sentencia del alto tribunal, dos son las circunstancias que se han tenido en cuenta para reducir la condena a Juan P. M.: su condición de politoxicómano y la "escasa entidad del hecho imputado".

La condición de politoxicómano, "de bastantes años de evolución, por lo que se dedicaba al tráfico de sustancias estupefacientes para así costear su adicción a las mismas" que contempla el Tribunal Supremo para reducir la condena a Juan P. ya fue tenida en cuenta por la Audiencia Provincial, que para la imposición de la pena a este aplicó la atenuante de drogadicción. Pero el Tribunal Supremo añade a esta circunstancia la de "la escasa entidad de los hechos", de los que se hace constar, entre otros aspectos, que se trata "de una única operación de intercambio, que tiene por objeto una papelina cuyo peso no excede de 0,11 gramos".

Y a ello se añade que las circunstancias en las que el canje se produjo "son también significativas", pues se trata de "una zona frecuentada por toxicómanos y en un túnel en el que se encuentra aparcado el coche del comprador, por tanto, fuera del alcance de las miradas de terceros". El día en que Juan P. fue detenido, el 24 de septiembre del 2009, la policía le sorprendió en la zona del parque de Calvo Sotelo frecuentada por toxicómanos y "ante las sospechas de que estuviera pasando sustancias estupefacientes" le siguieron hasta la calle Antonio Hurtado, donde le pillaron pasando una papelina al conductor de un vehículo.