Estoy convencido de que no se perderá dinero de Europa", aseguró ayer el presidente de Placonsa, Dionisio Pereira, delante del Embarcadero, un inmueble que desde el 2004 rehabilita Placonsa. Este edificio, que está en el poblado minero, es la inversión más cuantiosa del Urban, iniciativa cofinanciada por Europa para actuar en zonas urbanas desfavorecidas. Esta reforma se tuvo que finalizar en el segundo semestre del 2005 según el plazo previsto, aunque no estará terminada hasta diciembre, lo que no significa que se pueda usar entonces, ya que se tiene que dotar de mobiliario y contenido a los 4.865 metros cuadrados de la nave sobre los que se levantan tres edificios. Sobre la fecha en la que el complejo estaría abierto, la alcaldesa fue ayer prudente al manifestar que hasta que "no esté todo" (falta el concurso del mobiliario) "no hay fecha".

El Embarcadero ha pasado de ser una intervención emblemática a transformarse en un problema ante el peligro de que por los retrasos se perdiera inversión de Europa, que abona el 75% de los 15 millones de euros del Urban, de los que 4,2 se asignaban inicialmente al edificio Embarcadero. La adjudicación de la rehabilitación fue por algo menos, poco más de 4 millones, pero hubo que añadir un reformado por un importe de 579.000 euros.

Esa preocupación por perder financiación de Europa (que no es solo un asunto monetario, sino también de desprestigio en el caso de perderse al incidir negativamente en la consecución de nuevos fondos), parece, por ahora, solventada tras las manifestaciones de ayer de Pereira y de Carmen Heras, quien se refirió a la visita que el pasado 25 de octubre hizo junto al concejal Víctor Santiago al Ministerio de Economía, el órgano que controla el gasto de los fondos de la Unión Europea, para que haya flexibilidad en la entrega por el ayuntamiento de las certificaciones de pago del edificio Embarcadero.

EL PLAZO El 31 de diciembre tiene que estar finalizada la rehabilitación del edificio Embarcadero y presentadas las certificaciones pendientes ante el ministerio (hace una semana quedaban por certificar obra por valor de 526.000 euros). Lo primero parece que se cumplirá y para lo segundo se ha pedido la mencionada flexibilidad a Economía para que no haya inconveniente en la aceptación de las certificaciones si éstas no pueden estar definitivamente formalizadas en los últimos días del 2007.

En las actuaciones cofinanciadas por Europa, el ayuntamiento abona toda la inversión y luego presenta ante Economía las certificaciones de pago para recibir los fondos de Europa (que en el Urban son el 75% del total). Para cada anualidad hay unas cantidades y obras que tienen que estar certificadas y ejecutadas.

Heras y Pereira participaron ayer en la primera visita oficial que se hace al edificio desde mayo del 2006. A ambos les acompañaron los autores del proyecto, los arquitectos Enrique Sobejano y Fuensanta Nieto. Sobejano indicó que más que el mobiliario, "que puede estar en pocos meses", lo que principalmente restaría para la apertura del Embarcadero es que se decida "su uso definitivo", que "de muchas partes está claro", puntualizó.