Así está la renovación en el PP de la que tantas veces hemos oído hablar a Floriano y su gente. Porque a ver cómo se puede hablar de renovación y de nueva sabia cuando se insiste a las viejas glorias para que continúen aspirando a sucederse a sí mismos. Claro que este no era el planteamiento inicial. No es lo mismo "tener que aceptar la presencia de Saponi si él lo quiere", que pedirle que siga. Con condiciones, eso sí. La lista la hacemos nosotros aunque te admitamos algún amiguete. No cualquiera.

¿Y todo esto por qué? Pues porque si la presencia de Ibarra les daba miedo, su retirada les da pánico. Imagínense lo que sucedería si pierden las elecciones sin Ibarra. De manera que es imprescindible que quienes hasta ahora nos han ganado varias elecciones y con mayorías absolutas aporten sus votos. No solo ni principalmente para ellos sino para Floriano. A lo mejor resulta que hacen las cuentas de la lechera porque Saponi tiene ahora mismo varios e importantes frentes abiertos que le pueden pasar factura: las cuentas municipales, la ruptura del grupo, el plan de urbanismo, el Corte Inglés, el ocio nocturno, el Cáceres 2016, la cosa del Urban, y para colmo, lo de Conyser. Un chollo para cualquier oposición inteligente.