El centro social de La Cañada vuelve a tener ventanas e incluso rejas. El ayuntamiento lleva a cabo desde hace días los trabajos de limpieza y reparación del edificio, sometido en los últimos meses a sucesivos robos y destrozos denunciados en reiteradas ocasiones por la asociación de vecinos. El ayuntamiento confía en que los trabajos de adecentamiento del inmueble concluyan este mismo mes.

Los arreglos le costarán al ayuntamiento 48.000 euros (alrededor de ocho millones de pesetas), según confirmó ayer a este diario el concejal de Obras, Joaquín Rumbo de la Montaña. La intención del consistorio es reclamar por la vía judicial el pago de estas reparaciones a los dos detenidos el pasado día 6, cuando robaban varias ventanas de aluminio del edificio, las últimas que le quedaban.

MEDIDAS DE SEGURIDAD La primera intervención consiste en mejorar el cerramiento de las instalaciones y las medidas de seguridad. Así, se han colocado nuevas ventanas y rejas para intentar evitar más incursiones de los vándalos. También se ha limpiado el interior, se pintará y se colocarán las lámparas que han sido sustraídas.

El concejal de Obras valoró ayer que la situación del edificio no se debe a actos vandálicos, sino a robos en toda regla. "Se han llevado 45 ventanas para venderlas para chatarra", dijo. En poco más de un mes, esta es la segunda vez que el ayuntamiento actúa en el inmueble para impedir nuevos asaltos. Con anterioridad, se colocó una malla en todo el perímetro que, sin embargo, no sirvió para su cometido, ya que volvieron a entrar.

La asociación de vecinos de La Cañada espera instalar su sede social en este local, que además podrá funcionar como casa de cultura para la realización de cursos y talleres. El edificio fue construido por la promotora de la urbanización y cedido al consistorio hace varios años, cuando se entregaron las viviendas. Sin embargo, la falta de uso en este tiempo provocó la situación de deterioro que ha sufrido en los últimos meses.